Los amigos y familiares de las personas desaparecidas se movilizaron portando carteles con leyendas. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO.
En la intersección de la calle Guayaquil y Chile fue frenada la marcha pacífica de los familiares y amigos de los desaparecidos de Ecuador. A las 16:32 del lunes 7 de septiembre del 2015, un numeroso grupo de policías impidió que los marchantes ingresaran hacia la Plaza Grande, en el Centro Histórico de Quito.
Hubo forcejeos y luego gas pimienta. Los marchantes lograron pasar a empujones y correteos. Pero los policías también corrieron y junto a otro grupo de antimotines formaron otro cerco en la intersección de la Chile y Venezuela; de ahí no lograron pasar los amigos y familiares de los desaparecidos.
Las consignas y los golpes de bombos y platillos se intensificaron… ‘Dure lo que dure, cueste lo que cueste, si lucha como hermano, la encontraremos’. Esa fue la consigna de los familiares de las personas desaparecidas.
La manifestación arrancó a las 16:10, desde los exteriores del Banco Central (av. 10 de Agosto y Gran Colombia). El destino: Palacio de Carondelet.
El objetivo era “denunciar la ineficiencia del Estado para enfrentar la problemática de la desaparición y rechazar el discurso de las autoridades que buscan deslegitimar la lucha que nace del amor por encontrar a nuestros seres queridos desaparecidos”.
Los amigos y familiares de las personas desaparecidas se movilizaron portando carteles con leyendas, pidiendo justicia por sus familiares desaparecidos. También con las fotografías de los desaparecidos.
Una nutrido número de personas con tambores, bombos y platillos ponían la nota musical. Y la mayoría de músicos vestidos de negro…
Mas de 7 000 son las denuncias… ‘Correa economista aprende a contar bien’. Esa fue otra de las muchas consignas que se escucharon a lo largo de la marcha. Dos motociclistas de la Policía Nacional abrió el paso por la calle Guayaquil. El trafico no se altero más allá de 15 minutos.
Y en medio de los familiares y amigos de los desaparecidos estaba Jaime Guevara, el músico popular que todos los miércoles acompaña, en los exteriores de Carondelet, a los familiares que exigen más diligencia en la búsqueda de sus seres queridos.