En una presentación elaborada por la Policía Judicial aparece una fotografía de Luis T., el tercer Más Buscado de la provincia de Tungurahua. A simple vista, la imagen revela a un hombre menudo y de contextura delgada. Tiene 36 años y desde el 2010 los agentes lo rastreaban por los crímenes perpetrados contra tres mujeres. El sábado 1 de noviembre, los investigadores lo capturaron en Pujilí, un pequeño cantón de Cotopaxi.
Tras su arresto, el sospechoso dio las coordenadas exactas de la ubicación de dos cadáveres. Los policías de la Dinased, la unidad especializada en la investigación de muertes violentas, siguieron esas pistas. Llegaron a una vivienda que se levanta en un conjunto residencial ubicado en Sangolquí, en las afueras de Quito. En una zona del subsuelo excavaron y encontraron dos cuerpos: el de una mujer de 28 años y el de su hijo de 9 meses. El detenido no había mentido.
Las víctimas desaparecieron en el 2010. En esa fecha, el sospechoso trabajaba en la construcción de esa residencia y todo apunta que las enterró mientras levantaba los cimientos de lo que ahora ya es un inmueble de tres pisos.
En Ambato hay una investigación abierta contra Luis T. por la muerte de otra mujer. La víctima, de entonces 30 años, fue localizada en una vivienda en construcción. La autopsia reveló que fue asfixiada. En Quito, la Policía también le atribuye otro crimen: el de una chica que apareció en el 2010 en otra casa en construcción. En total: tres mujeres y un menor asesinados.
Carlos Alulema, jefe de la Dinased, califica al sospechoso como un presunto homicida en serie. Para el oficial está claro que hay un comportamiento patológico que debe ser corroborado con los análisis de psicólogos y psiquiatras.
Actualmente el sospechoso permanece confinado en el Centro de Rehabilitación Social de Ambato.