Si los uniformados tardaban unos minutos la historia hubiese sido distinta. La llegada de los policías del grupo motorizado del Distrito Manuela Sáenz evitó que una mujer de 27 años sea apuñalada por su expareja, identificada como Hilber G., de 36 años.
Uno de los vecinos de la víctima fue quien alertó a la Policía Nacional tras escuchar los gritos e insultos que provenían del interior del departamento de la víctima, en la calle Cayetano Cestaris, en el sector de La Libertad, en el centro de Quito.
Los agentes fueron alertados a las 08:00 del jueves 19 de mayo del 2016 de una denuncia por maltrato intrafamiliar.
Un poco antes de que los policías lleguen a la dirección, vieron que un hombre salía de una vivienda alertado por el ruido de las motos y las luces de las sirenas. El hombre huyó a través de un terreno baldío. Los uniformados también los siguieron, pero el sospechoso ingresó por unos pasajes y desapareció.
Mientras los agentes lo buscaban hallaron una mochila negra igual a la que cargaba el sospechoso cuando huyó de la vivienda.
En el interior, indica el parte policial, se halló un cuchillo de cocina con mango de madera y prendas de vestir masculinas.
A la búsqueda de Hilber se sumó un patrullero de la Unidad de Policía Comunitaria. Los policías que iban en ese vehículo fueron quienes ubicaron y arrestaron al hombre entre las calles Miller y Alajuela.
La víctima aseguró que hace varios meses terminó su relación con el hombre y que justamente fue por maltrato físico. También contó que ese día él llegó a su casa, la insultó y amenazó con matarla. Ella incluso vio como su expareja, que tenía el cuchillo entre las manos, lo guardó en la mochila cuando escuchó que los policías se acercaban.
La mujer presentó a los uniformados una boleta de auxilio vigente; sin embargo, pese a eso Hilber la buscaba constantemente. El hombre fue detenido y llevado a la Unidad de Flagrancia, en donde espera su audiencia. Él podría ser acusado por la Fiscalía por intento de femicidio.