Este 22 de octubre del 2015 se cumplió la primera desvinculación de un uniformado de la Policía Nacional en la capital azuaya. El exsargento segundo, Lebiston A., tenía 18 años en la institución, y se lo vincula con el líder de la organización delictiva ‘alias Junior’ que ordenaba los crímenes desde el Centro de Rehabilitación de Cuenca.
El acto de separación se cumplió en el Comando de Policía de Azuay, en Cuenca, y fue dirigido por los ministros del Interior, José Serrano y de Justicia, Lady Zúñiga; y el Comandante General de la Policía, Diego Mejía, entre otras autoridades nacionales y de la provincia.
Las investigaciones para detener a los cómplices de ‘alias Junior’ empezaron hace más de cuatro meses y terminó este 21 de octubre con el operativo Eslabón 67, realizado en Guayaquil y El Triunfo. Allí fueron detenidos 20 supuestos miembros de la banda delictiva de ‘alias Junior’, entre ellos Lebiston A.
A eso de las 11:30 arribó el detenido esposado, en el helicóptero de la Policía, custodiado por tres agentes de Grupo de Intervención y Rescate (GIR). De allí fue trasladado a una oficina hasta que llegó el ministro Serrano, aproximadamente a las 11:50, y de inmediato empezó la ceremonia de desvinculación definitiva con la participaron de más de 300 uniformados.
Todos se pusieron de espaldas al detenido como muestra de que lo desconocen como compañero y parte de la institución. “Es un acto de humillación que nos avergüenza porque ensució la honra y los principios de la Policía”, dijo un Cabo en servicio activo.
La ceremonia duró unos 30 minutos y al acusado le leyeron todas las normativas violentadas en el ejercicio de su función. Él siempre mantuvo la cabeza agachada. Finalmente le retiraron el uniforme, el arma y las insignias, como lo establece la Ley.
Lebiston A., laboraba en el Centro de Rehabilitación de Cuenca, ubicado en la parroquia Turi. Según Serrano, desde ese espacio le daba privilegios al cabecilla ‘alias Junior’, sentenciado a 25 años de prisión por asesinato y tráfico de drogas.
Mencionó, por ejemplo, el ingreso de dinero, celulares, droga y le entregaba toda la información de lo que ocurría afuera.
De acuerdo con las investigaciones, la agrupación de ‘alias Junior’ era la más sanguinaria de la historia del país y le atribuyen 36 órdenes de asesinatos en los últimos ocho meses, de las cuales 24 se ejecutaron. A esta agrupación delictiva también le atribuyen los disparos al cuartel de El Triunfo, ocurrido semanas atrás.
Según el ministro Serrano, con la desarticulación de esta agrupación delictiva, 12 órdenes de crímenes a fiscales, jueces, policías y civiles quedaron truncados. La ministra Zúñiga señaló que este es un caso aislado que no involucra a más uniformados, pero sin embargo mantienen investigaciones permanentes al interior de los centros de Rehabilitación.
Con el caso de Lebiston A., suman 763 los uniformados que han sido separados de la Policía Nacional. Serrano anunció que si dentro de las investigaciones encuentran a personas privadas de la libertad o sus familiares que están intentando vincular a policías o guías penitenciarios en actos de corrupción, serán puestos a órdenes de las autoridades de justicia.