La estación de transferencia Tres Bocas está ubicada en uno de los ramales del estero Salado, en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Tres Bocas es una estación de transferencia de Petroecuador clave para el abastecimiento de combustibles en el sur del país. Ubicada en uno de los ramales del estero Salado, en el sur de Guayaquil, es el punto de recepción de productos limpios (diésel, gasolina, jet fuel y fuel oil) que luego se distribuyen a través del poliducto hacia las terminales Pascuales, La Troncal y Cuenca.
Pero si deja de operar, existe el riesgo de desabastecimiento de combustibles para las provincias del sur. Así lo advirtió Carlos Tejada, gerente de Petroecuador, tras la polémica generada con el Municipio de Guayaquil por la licencia ambiental que recibió el 16 de mayo para la operación de megabuques de 40 000 toneladas.
Petroecuador pidió una aclaración al juez que dictó una medida cautelar solicitada por el Cabildo, que bloquea la licencia. Para Tejada, no queda claro si la prohibición para grandes buques también rige para barcos de 15 000 toneladas, que actualmente transportan el combustible desde La Libertad (Santa Elena) hasta la terminal Tres Bocas.
“Inmediatamente pedimos aclaración. No podemos operar con los (barcos) chiquitos”. Después de la nueva normativa ambiental, para Tejada falta aclarar si la terminal tiene o no licencia ambiental para los barcos alijadores que ya trabajan en Tres Bocas, pues antes había procedimientos en función de estudios ambientales. “Podemos estar desabastecidos en la parte sur del país en horas. No pueden cortar licencia ambiental. Ahora solucioné tomando un riesgo personal para que operen los chiquitos. Si mañana el señor no da la autorización, tal vez estaré preso”, añadió el Gerente.
El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, dijo que “meter megabuques de 40 000 toneladas de combustibles en el estero Tres Bocas es un atentado al medioambiente”. La intención es proteger el área de reserva faunística Manglares El Salado, creada por el Ministerio de Ambiente en el 2002.
Pero el ministro de Ambiente, Tarsicio Granizo, aclaró que la licencia ambiental que se entregó es para adecuar obras en la estación para “el potencial ingreso de buques de más de 40 000 toneladas”. “Todavía no hay licencia para la entrada de los busques de mayor capacidad”, ya que Petroecuador deberá pedir un permiso para cada buque que opere.
En la actualidad, los buques navegan diez horas hasta Guayaquil. Anclan en el estero y transfieren la carga a través del poliducto, que bombea un promedio mensual de 65 millones de galones de combustibles. Son cuatro buques alijadores diarios en constante tránsito entre La Libertad y Tres Bocas, con carga promedio de 2 millones a 3 millones de galones.
El plan de Petroecuador es operar con buques tanques tipo Handymax, de 40 000 toneladas de peso muerto, que le permitiría ahorrar tiempo y costos operativos por USD 30 millones anuales. Además, reduciría la cantidad y frecuencia de maniobras de 12 barcos a tres megabuques de 40 000 t.
Para Bolívar Coloma, director de Ambiente del Municipio de Guayaquil, aumentar la capacidad operativa se traduce en una capacidad de almacenamiento flotante. “Es multiplicar por siete la capacidad de almacenamiento de estos buques y significa multiplicar por siete el riesgo”. Granizo dijo que el combustible no se queda en Tres Bocas, es solo para bombeo a terminales.
Según el Ministro, la operación de buques de mayor capacidad reduce los riesgos ambientales. Dijo que una vez que se aclare la polémica con el Municipio, Petroecuador deberá hacer los pedidos de licencia para cada barco.
“El alcalde Nebot está mal informado, pues solo se ha dado licencia ambiental para los trabajos de adecuaciones”. Granizo recordó que a los puertos de Guayaquil ya ingresan buques de más 70 000 toneladas.