La afluencia en Villamil Playas aún no es masiva. Los propietarios de hoteles y restaurantes creen que los visitantes llegarán en los próximos días, por las vacaciones estudiantiles. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Un recorrido lleno de adrenalina en la zigzagueante banana. Flotar tranquilamente en una boya, al vaivén de las olas. O descansar en una hamaca, bajo la sombra de una cabaña. Esas son algunas alternativas para quienes visitan durante el feriado de Carnaval General Villamil, más conocido como Playas.
Este balneario de Guayas, ubicado a unos 90 kilómetros de Guayaquil, espera recibir a cerca de 360 000 turistas, como ocurrió en febrero del año pasado. Ingrid Baque madrugó este sábado 7 de febrero del 2016. Llegó con sus hijos para disfrutar del intenso sol y del agua cálida. “Es un paseo familiar. Reunimos unos USD 50 para disfrutar del día y regresar a nuestra casa en Guayaquil”.
Sin embargo, para los operadores turísticos el día no fue uno de los mejores. Hasta el mediodía no hubo aglomeración en la playa, como suele ocurrir para esta época.
“Los viajeros prefieren venir entre semana. Como los chicos ya salieron de clases pueden venir todos estos días de vacaciones. Pero igual esperamos que los dos días que faltan del Carnaval lleguen más turistas“, dijo Roberto Yagual, quien organiza viajes en una banana.
Turistas en Villamil Playas, por el feriado de Carnaval. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
El mar estuvo tranquilo, pese a que hubo anuncio de oleajes fuertes y se espera un ciclo de aguaje en los próximos días. Como medida de prevención, grupos de salvavidas estuvieron vigilando el mar. “Le recomendamos a los padres que cuiden a sus niños y a los bañistas en general que no se alejen tanto de la orilla, porque en ciertos sectores pueden formarse corrientes de resacas”, dijo Josué Pincay.
Al mediodía, los comedores empezaron a llenarse. El aroma a refrito, el chirrido del pescado friéndose en el sartén y las cazuelas burbujeantes sobre la parrilla atraían a los bañistas hambrientos.
Pero José Barcia prefirió llevar las delicias del mar a la playa. En su carreta, estacionada junto al mar, ofreció ceviches de pescado curtido, de ostras, de camarón y de concha. “El sencillo cuesta USD 5. El mixto, con todos los mariscos, 6”.
Los juegos de Carnaval no faltaron. Al pasear por los 14 kilómetros de playa resultaba difícil salir invicto. La espuma y los polvos de colores tiñeron los rostros de grandes y chicos.
Para atraer a más visitas, el Municipio de Playas prepara un show artístico. Empezará esta noche, junto al malecón de esta localidad, donde se instaló una tarima para la presentación de artistas nacionales.