Redacción Negocios y Guayaquil
La falta de apoyo a la termoelectricidad del Gobierno en los últimos tres años se evidencia en la obsolescencia de las centrales que funcionan con combustibles y la falta de inversión en el sector, pese a que estuvo planificado.
7 000 Mw/h
es el déficit diario que afronta el país en energía, lo que ha llevado a los apagones.Por ello, de un total instalado cercano de 1 718 MW/h en energía térmica, según el Ministerio de Electricidad, en el momento funcionan un promedio de 1043 MW/h de 19 empresas que en el país generan electricidad.
De estas centrales, siete generadoras se encuentran en mantenimiento, con lo que se dejan de producir 275,5 MW/h, de acuerdo con el reporte del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace). (Ver tabulado)
Las razones van desde fugas de aceite, problemas internos, indisponibilidad por falta de recursos, inspecciones, mantenimientos de turbinas, entre otras causas.
Por ejemplo, tres turbinas de la central Aníbal Santos, que suman 61,5 MW/h, y una en la central Álvaro Tinajeros, con 38 MW/h, no pueden operar.
Ambas centrales térmicas pertenecen a la Eléctrica de Guayaquil (ex Categ), la cual espera aprovechar la declaratoria de emergencia eléctrica para comprar rápidamente los equipos y combustible para su operación.
La tarea es presentar sus informes al Ministerio de Finanzas para que la generación pueda ser financiada, en caso de no contar con fondos propios.
Los problemas también se repiten en las térmicas privadas como Termoguayas, que no puede operar el bloque 3 y 4 de la planta Keppel y que dejó de producir 74 MW/h. Según los reportes de las empresas, se originan por problemas de fuga de aceite, problemas internos y falta de recursos.
En la lista de las térmicas suspendidas también están las barcazas de Ulyseas, en la zona de Tres Bocas en Guayas, la operada por Termopichincha, con 48 MW/h, y la firma Intervisa, con Victoria 2 y 102 MW/h. Ambas empresas entrarían a operar la próxima semana, según los reportes de esas compañías.
La compañía Intervisa tiene previsto operar el 18 de noviembre y Ulyseas posiblemente este fin de semana. Eduardo Castro, ex administrador de la Categ, sostuvo que la declaración de emergencia del sector eléctrico permitió a las empresas comprar de urgencia los repuestos y maquinaria para reemplazar a los equipos viejos. “Pero eso no significa que rápidamente podrán generar.
Para que se pongan disponibles las térmicas deberá pasar mínimo un mes, ya que los repuestos no llegarán rápido”. Castro explicó que el tiempo que se requiere para importar repuestos es largo y luego vienen las instalaciones y pruebas de los equipos.
A las centrales térmicas que están en mantenimiento se suma un número indefinido de generadoras menores de 20 MW/h que juntas suman 232,2 MW.
En este grupo se encuentran centrales con más de 30 años que ya no pueden ser reparadas y están fuera de servicio, según el Ministerio de Electricidad.
Por esta razón, el subsecretario de Política y Planificación del Ministerio de Electricidad, Pablo Cisneros, indicó que desde 2006 se tenía planificada la construcción y el mejoramiento de generadores termoeléctricos por 300 MW en todo el país. Sin embargo, hasta lo que va de 2009 esto no se ha concretado y no han podido contribuir al Sistema Nacional. Ello, debido a los largos trámites de estudios, obtención de financiamiento y licitación.
Adicionalmente, Cisneros afirmó que los fabricantes de termoeléctricas necesitan de más de dos años luego de firmado el contrato con el país interesado para entregar los generadores.
El problema también ha sido causado por la “satanización” de la energía termoeléctrica. Según el ex ministro de Electricidad, Alecksey Mosquera, la ‘línea ecologista’ del Gobierno influyó en que no se concrete la compra de nuevos generadores.
De acuerdo con el Ministerio de Electricidad, al menos el país necesita el 30% mínimo de generación termoeléctrica eficiente como plan de contingencia pese a que en el país se lleguen a materializarse proyectos hidroeléctricos como el Coca-Codo Sinclair con 1 500 MW/h.
Pero Mosquera va más allá, cuando esta hidroeléctrica entre en funcionamiento, el Gobierno deberá además instalar al menos centrales por 800 MW/h de termoenergía que entre en funcionamiento cuando la Coca-Codo Sinclair falle.
El ex presidente del Concejo Nacional de Electrificación (Conelec), Alejandro Rivadeneira, indicó que al país no le queda otra opción que acelerar los procesos de contratación de energía inmediata. Insiste en que pese a ser contrario a la contratación de barcazas, estas podrían llegar inmediatamente al país y conectarse en centrales que ya no estén en uso para aportar con potencias de 100 a 200 MW/h.
Rivadeneira opina que fue un error del Gobierno apostar solamente a la hidroelectricidad, ya que este tipo de energía está sujeta a los avatares de la naturaleza. Opina que el Régimen tardó demasiado en la contratación de los generadores de Cuba y no fue precavido en cuanto al estiaje. “¿Por qué en 10 meses no se pudieron ya finiquitar los procesos para traer los equipos?”