La Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) recurre a campañas educativas y divulgación de riesgos como mecanismo para mitigar las consecuencias de un desastre en Costa Rica.
Para ello, los especialistas visitan centros educativos para instruir a los escolares y colegiales sobre algunas medidas que deben tomar en caso de un sismo, inundación, deslizamiento u otro desastre.
También brindan consejos a los habitantes asentados en zonas consideradas vulnerables.
“La CNE pone en funcionamiento, anualmente, campañas de educación en todo el territorio nacional. Además, cuenta con un departamento de educación y capacitación que se encarga de esta labor”, indicó ese organismo.
Cuando la comisión necesita comunicar información a la población, también utiliza los medios de comunicación e instrumentos internos como correos electrónicos, faxes, llamadas telefónicas y otros.
Incluso, la mayoría de comunidades tiene un comité local de emergencia integrado por vecinos, quienes distribuyen esa información.
Además, la CNE “está en permanente comunicación con los centros de información nacional e internacional para alimentarse de información para sus acciones”.
Esos centros de alerta brindan detalles sobre tsunamis, sismos, huracanes y otros.
Por otra parte, la CNE asegura contar con un sistema de radiocomunicación que cubre el 95% del país y que puede operar aunque no haya energía.
Esto permitió que dicho organismo atendiera con prontitud el terremoto ocurrido en el poblado de Cinchona, en la provincia de Alajuela, en el noroeste de San José, ocurrido el 8 de enero del 2009, con una magnitud de 6,2 grados en la escala de Richter y que causó 30 muertos.
“Costa Rica cuenta con un sistema de investigación científica que asesora a la CNE en diferentes campos, así como Comités Técnicos Asesores que contribuyen en el campo de la investigación y en el asesoramiento técnico relacionado con la prevención de las emergencias”, así lo informó personal de la Comisión.