El Plan Familia ya tuvo un antecedente, con iniciativa socialcristiana

Mónica Hernández. Foto: EL COMERCIO

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Mónica Hernández. Foto: EL COMERCIO

El presidente Rafael Correa dijo, durante el último conversatorio de los medios, que en el país hemos discutido ya dos semanas el Plan Familia Ecuador, que sustituyó al Enipla en noviembre del año pasado. Pero las inquietudes persisten.

Mónica Hernández, la asesora presidencial para este plan (su rectoría es competencia del Mandatario), durante la entrevista que dio a EL COMERCIO, ratificó que la familia cumple el rol fundamental. Se basa en encuestas que afirma que 9 de cada 10 jóvenes quisieran hablar con sus padres de la sexualidad. Y si bien reconoce que ahora las familias no son las mismas de antes, siempre el entorno familiar es el que realmente cuida a niños y niñas de los actos de violencia sexual a los que puedan ser sometidas.

Pero en sus palabras siempre hubo el predominio de la madre y el padre. Y cuando se le preguntó sobre qué pasaría en donde hubiera el caso de familias constituidas por padre y padre o madre y madre, prefirió tener otro momento para hablar de ello. Respeta –dice- a los homosexuales y que la unión de hecho les está garantizado, pero que no está de acuerdo con el matrimonio igualitario y tampoco con la adopción de parejas del mismo sexo.

Silvia Buendía, quizá una de las mayores activistas pro GLBTI, recuerda, que por el hecho de ser homosexuales no quiere decir que está fuera de ellos la posibilidad de tener hijos biológicos. En el Ecuador está el caso Nicola Susan Rothon, quien tiene una hija biológica y que convive con Helen Louis Bicknell.

Pero más allá de ello, lo que ha indignado a los sectores críticos de este plan que deja de lado una planificación intersectorial de cuatro ministerios (Salud, Educación, Inclusión Social y Económica, y Coordinador de Desarrollo Social) es que un gobierno calificado de revolucionario del siglo XXI tiene las rémoras de una Ley que fue aprobada durante la presidencia del entonces Congreso Nacional, presidido el socialcristiano Heinz Moeller, en 1998.

Entonces, esta ley se denominó Ley sobre la educación de la sexualidad y el amor. Con su solo nombre ya se entiende el vínculo con Plan Familia Ecuador. Amor es una de las palabras más usadas por Hernández. “La maravillosa experiencia de la sexualidad”, dice Hernández, debe estar acompañada por el amor.

Según escribió Juan Pablo Morales en la página Gkillcity, hay tres coincidencias fundamentales entre Plan Familia Ecuador y la Ley de Educación de la Sexualidad y el Amor. Primero, se considera a niños, niñas y adolescentes como objetos de protección y no sujetos de derechos; segundo, la existencia de un solo modelo de familia y la negación de la diversidad, y tercero, la vinculación de la sexualidad a los afectos o la negación del placer como una faceta de la sexualidad.

Pero lo único cierto es que esta Ley no brindó los resultados debidos: desde el 2001 hasta el 2010, el embarazo de niñas adolescentes, entre 10 y 14 años, creció un 74%.

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