Más personas trabajan en jornada parcial en el Ecuador
Cronix, una empresa de ‘call center’, emplea actualmente a 50 personas. El 25% trabaja en promedio seis horas al día. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
En el mercado laboral existen más personas que no alcanzan el salario básico unificado o laboran menos de ocho horas diarias, pero no quieren o no pueden laborar más horas.
Para el mes pasado, en esta condición, que se denomina ‘Otro empleo no pleno’, se encontraban 2,1 millones de personas en el Ecuador, 137 000 más que en junio del año anterior, según las cifras del Instituto de Estadística y Censos, publicadas este lunes 16 de julio del 2018.
Byron Villacís, exdirector del INEC, explica que aunque no se le denomine de la misma manera se trata de otro tipo de subempleo, a pesar de que en esta última categoría las personas sí desean o pueden trabajar más horas en el día.
Un caso de ‘Otro empleo no pleno’, indica Villacís, son ciudadanos que están desmotivados porque la búsqueda de trabajo en sus áreas ha sido infructuosa y se resignan con el empleo actual, aunque ganen un salario inferior al mínimo y laboren en jornada parcial.
El exdirector del INEC señala que un incremento de este indicador es una manifestación de que la economía no se encuentra con “buena salud”. En consecuencia, hay personas que pierden el interés en buscar un empleo mejor.
“Este enfriamiento de la economía viene de hace unos dos años atrás, la actividad económica está menos acelerada porque hay menos circulante”.
Cronix, una empresa de ‘call center’, emplea a unas 50 personas. De ellas, el 25% labora en promedio unas seis horas.
Yaici Narváez, gerente de la firma, explica que en esta categoría se encuentran universitarios, que tienen horas libres para laborar luego de su jornada estudiantil.
Comenta que también están incluidas amas de casa, que buscan un horario parcial que les permita estar pendientes del cuidado de sus hijos pequeños, y, en general, otras personas que necesitan un empleo, así sea por menos horas a la jornada regular. Laboran seis horas diarias, trabajan por temporadas y reciben un pago proporcional al salario establecido para esta actividad.
Valeria Carrión es estudiante de Comercio Exterior en una universidad pública. Los horarios, por ahora, solo le permiten laborar seis horas diarias en Cronix. La joven, de 28 años, gana USD 18 diarios, recursos que le permiten cubrir sus gastos personales.
Diana Ayo estudia Administración de Empresas, pero labora desde hace dos años como cajera en un restaurante de la capital. “Es ventajoso trabajar de forma parcial porque puedes tener tu propio dinero; aunque demanda tiempo, la necesidad obliga”.
La joven percibe la mitad de un sueldo básico, que invierte en sus estudios y gastos personales.
La consultora de recursos humanos Grupo Adecco realizó en abril pasado un sondeo en 400 jóvenes de entre 18 y 27 años y determinó que un 37% tiene un trabajo temporal, por medio tiempo, eventual o contrato por obra cierta.
Administración, atención al cliente, call center, farmacia, medicina y ventas son algunas de las áreas donde más encuentran trabajo.
Para Nicolás Acosta, profesor de la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, una de las razones que explica el aumento de este indicador es una posible migración de personas que se hallaban en un empleo adecuado, pero ya no lo están por algún motivo.
A escala nacional, 161 000 personas salieron de un empleo adecuado en el último año. Aunque no es una disminución significativa, sí resalta la caída en Quito, que fue de 4 puntos porcentuales, al tiempo que el ‘Otro empleo no pleno’ creció en una proporción similar (4,7 puntos).
Andreína González es madre de una niña de dos años. La mayor parte de su tiempo lo ocupa cuidando a su hija, pero también se dedica a vender ropa para bebés, a través de una red social, y bisutería. Las ventas le generan alrededor de USD 150 al mes.
Anteriormente trabajaba para una empresa privada de la capital, pero una vez culminado el permiso de maternidad de un año no remunerado decidió buscar un empleo independiente, porque le da flexibilidad de horario y le permite estar más tiempo con su hija en sus primeros años.