¿Periodismo positivo?

Iván Cevallos Miranda

En su legítimo derecho de defenderse han publicado el  espacio Periodismo Positivo, en el que relatan aspectos  transmitidos a la colectividad en cumplimiento de la tarea periodística.

Sin embargo, sería bueno también una autocrítica acerca de lo que callaron a pesar de saberlo de antemano,  lo que no enmendaron a pesar de saberse inmersos en un error y  aquello que presentaron en un determinado contexto con el fin de favorecer opiniones o intereses de terceros vinculados a quienes exponen la noticia.

Llevo 50 años junto a EL COMERCIO. Aprendí a leer con sus editoriales, noticias y  revistas (recuerdo tan vívidamente el suplemento Hablemos).

Pero creo que falta humildad en la concepción actual del periódico y me da la sensación de que algunos de sus miembros llevan el agua a su molino.
Menciono ejemplos: 1) por declaración de un involucrado, es obvio que conocieron  los contactos entre el conspirador que acompañó en la Vicepresidencia a Gutiérrez, los mandos militares y algunos políticos, preparando la caída del ex presidente. Callaron.

2) Hace poco publicaron una nota con enorme titular de primera en la que daban cuenta de tres "informantes" de las FARC reclutados por la CIA, y entre ellos mencionan al fallecido  Franklin Aisalla. En breve nota interior omiten el nombre de esta persona de la lista de reclutados. No aclararon con igual despliegue que Aisalla nada tuvo que ver con la CIA. Ergo, no enmendaron.

3) El 5 de enero, en la página 6, aparece el titular "3 imputados por el crimen de Mazoyer llamados juicio" e ilustran la nota (¿inocente?) con una foto del doctor Francisco López de la Clínica Pichincha, junto a su abogado, con pie  que dice "En la Clínica Pichincha. Fernando de los Reyes (izq.) junto al director de la Clínica, Francisco López". ¿Se compadece el titular con la foto que lo acompaña? ¿Está este distinguido profesional y respetado ejecutivo “imputado” en el crimen?

Es evidente que esa forma de presentar la noticia utiliza un contexto (el crimen y su investigación) para favorecer otros intereses que  tratan de beneficiarse y lucrar a través del desprestigio sistemático de uno de los hospitales privados más serios. He ahí el uso intencionado de un elemento no trascendental en la noticia, para favorecer a terceros interesados.
Creo que las acciones descritas explican por qué es necesaria una ley que regule la actividad de los medios, porque es evidente que no se autorregulan.

No hablo de censura o  impedimento para exponer las opiniones, vía idónea para enriquecer a la comunidad y al debate de las ideas. Hablo de la necesidad de establecer mecanismos que impidan el abuso, la tergiversación y el manipuleo.

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