Redacción Judicial
Entre las características que una persona tiene que cumplir para ingresar a la policía están: tener capacidad de mediador, poseer equilibrio emocional y ser respetuoso de la diversidad de género.
También ser disciplinado, promover el acercamiento a la comunidad y tener conocimientos en computación, inglés, realidad nacional y mundial.
2 600 aspirantes
es la cantidad de personas que serán elegidas para iniciar su instrucción policial.
Este perfil lo definió el ex jefe de la Dirección Nacional de Educación de la Policía(DNE), Francisco Guzmán, pero no se pudo aplicar en la última selección de aspirantes. “Por cuestiones de tiempo, no se convocó a los jóvenes con más preparación académica”, dice Guzmán.
En febrero de este año, la Policía inició la convocatoria para la selección de 2 600 cadetes. En un intento por mejorar el nivel de la Fuerza se llamó a estudiantes con un mínimo de dos años de estudios superiores y se contrató a la firma privada Ecualabor para que hiciera el reclutamiento.
La empresa inscribió a más de 13 000 jóvenes. De ellos 4 751 se realizaron las pruebas médicas en la Policía, lo que significó un costo de USD 150 para cada uno.
De estos jóvenes, solo 1 327 tenían estudios universitarios. Debido al incumplimiento de los términos del contrato, la Policía culminó de manera unilateral el acuerdo con Ecualabor recién el 6 de julio. Con el fallido proceso de la empresa, la selección volvió a estar a cargo de la Policía.
La institución realizó el llamado el 11 de septiembre sin un perfil de policía claro. Miles de personas abarrotaron los lugares donde se vendían los prospectos y la mayoría eran bachilleres. Ahora, la Policía dice que se tratará de elegir a los mejores.
Con ello se espera retomar el proceso de definición de un perfil que se adapte a las necesidades de la sociedad ecuatoriana.
Fabrizio Zabala, Director de Modernización y Procesos de la Policía, cree que aún no existe “un sustento técnico del porqué de los requisitos que pedía la Policía a los postulantes”.
El viceministro de Gobierno, Franco Sánchez, señaló, de su lado, que se busca un policía profesional, al que la ciudadanía lo vea cercano. “Que sea un policía de barrio, que conozca de los problemas de la gente”.
La idea de este proyecto no es nueva, se arrastra desde hace ocho años, cuando la Policía se planteó la necesidad de una reestructuración de la institución.
El plan empezó a tomar forma entre 2003 y 2004, con la colaboración de uniformados en servicio activo y pasivo. En las reuniones que se llevaron a cabo se identificaron las debilidades de la Fuerza. Surgió la necesidad de iniciar el Plan Estratégico de Modernización de la Policía, por el período 2004-2014.
Para estudiar con detalle los problemas de la Policía se instauró en 2007 la Comisión de Modernización de la Policía. Más adelante, en mayo de 2008, se creó la Unidad Ejecutora especializada del Plan de Seguridad Ciudadana, en el Ministerio de Gobierno.
Según Lautaro Ojeda, experto en temas de seguridad, la Comisión hizo un buen diagnóstico de las deficiencias de la Policía. Se identificaron vacíos en la formación, la capacitación y el carácter militar que tienen los gendarmes al terminar su formación.
El Viceministro asegura que estos temas se están revisando y que la Unidad Ejecutora será la encargada de establecer el perfil de la Policía, así como una malla curricular para mejorar la formación de los uniformados.
El actual jefe policial de la DNE, Fausto Franco, asegura que algunos pasos ya se han dado. En la malla curricular, por ejemplo, se redujeron las horas de las materias que tratan el ámbito legal (reglamentos y estudios de leyes) y se aumentaron las de ámbito policial (ética policial, instrucción en armas de fuego, planificación y estrategia, derechos humanos, mantenimiento del orden, etc).
También se amplió el tiempo y las disciplinas de las de ámbito complementario (psicología, sociología, liderazgo, negociación y mediación, primeros auxilios, etc). “Así se busca unir más a los policías con la comunidad y una apropiación de su misión de servicio”, refirió Sánchez.
Punto de Vista
Ricardo Camacho / Consultor
Pénsum militar
En el pénsum que propone la Policía no queda claro qué clase de gendarme quiere la institución. Sigue basado en la estructura militar que no tiene nada que ver con la función policial.
Por ejemplo, la materia fundamental en toda Policía profesional debería ser DD.HH., pero en el pénsum se la estudia como materia independiente; aislada de las otras materias policiales.
Se la ve como una materia invitada y no se la integra en la doctrina policial: transversalizada en todos los conocimientos y en los entrenamientos.
Se intentó cambiar el pénsum anterior innovando las mismas materias con otros membretes y en algunos casos específicos intentando crear materias nuevas.
Estudiarán cuatro trimestres, tres de ellos académicos, mezclados con la práctica policial y el ejercicio físico, y el cuarto trimestre será de practica policial. Lo más útil sería que el policía recién graduado permaneciera seis meses con un policía antiguo aprendiendo las tareas de la profesión.