Los Pérez se convirtieron en un equipo deportivo de aventura

Redacción Deportes deportes@elcomercio.com  Jeniffer  Pérez se  levantó  desanimada la mañana del 11  de julio del año pasado.    Ella hubiera  preferido continuar durmiendo y  no levantarse para   competir en la carrera  que tanto  emocionaba a su papá.  Pero   ya se había   comprometido  y  junto con Luis Pérez,  su padre,  y  Alexander, su hermano menor,   formaría  el equipo   para   participar en la carrera de ciclismo y caminata a campo  traviesa.

120 equipos  participarán  en la primera válida del Reto Salud. Cada equipo es de  tres  integrantes.

Cuando la  competencia  finalizó,  Jeniffer fue la más emocionada de todos.  Lo que menos le importó fue  el cansancio  y no dejaba de contar a su mamá sobre los  parajes   que observó mientras montaba en su bicicleta.    Hoy,  Jeniffer,   de   12 años,  volverá a  correr  en este tipo de pruebas. Lo hará en la primera válida del Reto Salud 2010,  que se desarrollará  en el sector de    Ilaló.    Este año, junto con su equipo, quiere  además  ubicarse entre   los primeros de la categoría  aventura, en la  cual  participan.  Deben recorrer 12 kilómetros en bicicleta y ocho más en caminata.   Para Jeniffer,   la distancia no es mayor problema, pues el año pasado registró  250   kilómetros  sobre su bicicleta.  Lo hizo en dos días,  en el tradicional recorrido de Quito a Tulcán.   A su  equipo se sumaron  su mamá y su hermana de cinco años,  a quien su papá   llevó en un asiento adaptado a la parte posterior de  la bicicleta. Jeniffer y sus hermanos heredaron el gusto por el  deporte de su padre, quien de  pequeño quiso ser atleta.  Luis Pérez   asegura que de  niño, en  la ciudad de  San Gabriel,  se entrenó y compitió codo a codo con Vladimir Guerra.A los 14 años se fracturó   una pierna y eso lo alejó  dos años de las prácticas.     Pasó  el  tiempo y    Guerra se convirtió en un atleta de   élite, mientras Pérez se alejó de las competencias. Hace  siete  años  retomó por  una casualidad el gusto de competir.  En el 2003  salió   a   pedalear,  junto con  un  hermano, por  Los Chillos.    Era solo un recorrido  para mantenerse en forma. Pero al llegar a El Tingo  observó  que había una competencia y se acercó. Alguien de la organización,  al verlo uniformado y con casco,  lo motivó  a participar.  Así empezó      en las carreras de  aventura, en las que además de pedalear y caminar se debe tener   aptitudes para  la orientación.     El año pasado compitió con Jeniffer y Alexander    en las tres válidas del Reto Salud.   Por completar   las carreras, la organización de la prueba  premió a sus hijos. “No es común que niños participen. Pero mis hijos estaban preparados y a ellos les gusta. Ahora queremos llegar entre los primeros de la categoría”,   aseguró.   Pérez y sus hijos se entrenan  los fines de semana.  Ellos salen a los parques   La Carolina o Metropolitano  y pedalean entre una y tres horas.   Este año, Pérez quiere que su equipo    pedalee    300 kilómetros   en dos días.  Ese es el principal reto  para  la temporada.

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