Redacción Negocios
Petroecuador resolvió comprar el segundo embarque de crudo embargado a la petrolera francesa Perenco. Con este ya suman dos los embarques de esta firma, retenidos por el Estado y comprados por la petrolera estatal Petroecuador.
Tal como sucedió con el remate del primer embarque de Perenco, a pocos segundos del cierre, Petroecuador deslizó su oferta. Los documentos fueron entregados por el procurador de la estatal, José Murillo.
El primer remate se efectuó entre el 15 de mayo y el 3 de julio pasado. Este proceso no despertó el interés de compradores privados. Ante ello, Petroecuador tuvo que comprar este petróleo, cuya adjudicación se hará efectiva el próximo lunes.
En aquella ocasión se remataron 1,4 millones de barriles de crudo. Petroecuador ofertó USD 40 millones por un embarque valorado en USD 80 millones. El valor ofertado por Petroecuador se imputará a la deuda que tiene Perenco con el Fisco.
La deuda total de la petrolera asciende a USD 327 millones por el no pago de un impuesto. El Gobierno anunció que realizará tantos remates sean necesarios para cobrar esos montos.
El segundo remate tampoco despertó interés de los compradores privados. A las 18:59 de ayer Petroecuador volvió a presentar una oferta de compra para este segundo embarque.
Ayer se sacaron a remate otros 1,08 millones de barriles de crudo. Se trata de un embarque de crudo Oriente por 720 000 barriles y uno de crudo Napo de 360 000 barriles.
La diferencia entre el crudo Napo y el Oriente es que este último es de mejor calidad, es decir, genera más productos limpios como gasolina, por lo que es más apetecido en el mercado y recibe un mejor precio.
De esta forma, la petrolera estatal frenó el riesgo de declarar desiertos los concursos e hizo posible el cobro de la deuda.
No obstante, Petroecuador enfrentará las advertencias de la firma francesa de iniciar acciones legales en contra de la empresa que compre el crudo embargado “ilegalmente por el Estado”.
Paralelamente, la empresa privada demandó al país por USD 434millones en una corte extranjera. El litigio surgió en 2006, cuando el Congreso fijó un impuesto del 50% a los ingresos extras de las petroleras generados por el alto precio del crudo.
En octubre de 2007, el gobierno de Rafael Correa subió esta tasa del 50 al 99%. Perenco se negó a pagar estos montos y acumuló una deuda de USD 327 millones.