Socios y dirigentes de las cooperativas de transporte de los valles piden incremento del pasaje. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Entre los usuarios que utilizan el servicio de transporte interparroquial al valle de Tumbaco había incertidumbre la noche de este miércoles 4 de mayo del 2016. La razón: desconocen lo que va a pasar luego del plantón que se registró frente al Municipio, para pedir el alza de los pasajes.
Socios y dirigentes de las cooperativas de transporte de los valles de Tumbaco y Los Chillos, así como de Guayllabamba llegaron a la Plaza Grande (Centro Histórico de Quito) para que se escuche su pedido del alza de pasajes. Pidieron que “se incluya el análisis de la tabla tarifaria en la sesión de Concejo de este jueves. Ese estudio recomienda un incremento del 5 al 20% a la tarifa actual”, indicó Carlos Flores, presidente de la empresa Termas Turis.
Ese anunció causó preocupación entre algunos usuarios. “Sería demasiado un incremento de los pasajes. Las cosas en general están muy caras y un posible aumento en las tarifas nos causaría más problemas”, dijo Martha Chicaiza, una vendedora de helados que utiliza todos los días el servicio de transporte interparroquial para dirigirse a Tumbaco.
Ella gana cerca de USD 350 mensuales con la venta de su producto. Por eso, estaba preocupada ante el anuncio de un posible incremento de los pasajes.
Otros usuarios indicaron que el servicio de los buses es malo y que no justifica un incremento en la tarifa de transporte. Otros, en cambio, señalaron que es necesario el incremento porque ya son 13 años con la misma tarifa.“Tomo la ruta que se dirige al Quinche. La economía está complicada, pero sí es necesario porque los choferes tienen que hacer caja. A esto se suma que el costo de los repuestos se ha incrementado”, manifestó Edgar Chango, de 38 años.
Sin embargo, indicó que el servicio debe mejorar. Por ejemplo, señaló que a los controladores les hace falta mayor educación y mejor atención al público.
Con ese criterio coincidió Karina Achig, de 38 años. “Se debe capacitar a los controladores para que den buen trato a la gente”.