Por ANA ROBAYO
Una tela puede ser una capa de guerrero, un vestido de princesa y un gran material de aprendizaje en la pedagogía Waldorf, desarrollada por Rudolf Steiner. María Montessori en cambió consideró que el ambiente, el amor y el niño son el triángulo de la educación.
La InNoVacIóN Del CuRríCuLo
Todos los colegios fiscales, particulares, municipales, etc. están obligados a proponer al Ministerio de Educación un proyecto educativo que innove la metodología, con el fin de mejorar la educación.
El Decreto Ejecutivo 1786, desde 2001 , promueve la innovación del bachillerato. La Resolución Ministerial 1860 da paso a la innovación curricular de la educación básica. Estos permiten que los planteles vayan más allá de los programas diseñados por el Ministerio.A principios del siglo pasado estos filósofos de la educación conquistaron a muchos e inquietaron a otros con sus propuestas, que son “difíciles de evaluar”, como comenta Daniel Méndez, jefe del Departamento de Currículo de la Dirección
Provincial de Educación de Pichincha. Talvez hay demasiada libertad en Montessori o en Waldorf para el sistema en el que vivimos, pero el mundo cambia rápido y exige más de los formadores de niños.
Por eso los maestros ecuatorianos han buscado su propio enfoque educativo sumando lo mejor de cada corriente para no encasillarse en una sola tendencia, así lo explicaron tres educadoras entrevistadas indistintamente: Carmen Andrade, coordinadora académica del Liceo Campoverde, María Elena Barragán, directora del Colegio Virgilio Druet, y Martha Echeverría ex rectora del colegio Manuela Cañizares.
Caminando por los pasillos de madera y recorriendo las aulas de grandes ventanales, Carmen Andrade cuenta que el enfoque del Liceo Campoverde está basado en los niños, “generalmente las pedagogías se han enfocado en la materia y el profesor, mas no en el ritmo de aprendizaje de los niños”, dice, y explica que el fracaso o el éxito de una persona depende de que se le motive a aprender desde lo que él sabe, de sus relaciones con el medioambiente y sus relaciones sociales.
“Esto le permite ser autónomo en el aprendizaje y en el medio que le rodea, y es muy diferente a una simple recitación de conocimientos”, enfatiza.
Por eso en el Liceo Campoverde se trabaja con pocos niños para que la maestra conozca los estilos de aprendizaje de sus alumnos y pueda preparar materiales de clase adecuados a cada uno. La coordinadora académica del liceo dice que para eso “no hacen falta herramientas muy caras o novedosas sino la creatividad, que a los maestros les sobra”.
Martha Echeverría, con 47 años de enseñanza en colegios fiscales, dice que se aplican estos principios pedagógicos en el aula pública porque tienen bases fundamentales como la formación integral y la libertad de los estudiantes. Pero “no es lo mismo tener
3 000 estudiantes que 500. El reto de los colegios fiscales es aplicar una pedagogía masiva que tenga nuevos resultados”, comenta.
Para ella liderazgo y disciplina son lo que un maestro puede dar a 50 estudiantes por paralelo. Pero además, cree que la falla del sistema educativo ecuatoriano es que de entre más de 20 reformas educativas ninguna se ha evaluado. “No se sabe cuál valió la pena y cuál se puede reforzar. Después de definir eso se debería aplicar educativa nacional para todos los colegios, fiscales o particulares”.
Daniel Méndez, jefe de Currículo, asegura que en la Dirección Provincial la incursión de los planteles en nuevas pedagogías es bien recibida porque es “necesario que los centros educativos experimenten con nuevos métodos de trabajo y nuevas formas de enseñanza”, dice y señala que un 50% de los colegios de Pichincha las aplican, pero la mayoría de ellos es particular. Concluye que la educación particular tiene más libertad pedagógica porque ha buscado la autonomía administrativa en la independencia económica.
“Este colegio es una opción para padres de clase media. Lamentablemente, no es para todos porque el Estado no pone un centavo”, dice María Elena Barragán, directora del colegio Virgilio Druet. Ella fundó esta institución hace 12 años, con el propósito de aplicar los modelos pedagógicos que aprendió en Israel. Dejó de trabajar en un colegio privado de alto costo para fundar uno con educación de calidad a precios más bajos.
Las instalaciones se ampliaron a medida que aumentaban los estudiantes y hoy gradúa su primera generación de bachilleres. De su experiencia en el país de Oriente Medio, Barragán destaca que allá en todas las ciudades las escuelas están en las mismas condiciones y con los mismos recursos.
Cuenta que en cada barrio hay redes de capacitación donde los profesores acuden tres veces por semana y así tienen las mismas oportunidades de mejoramiento y actualización profesional. En Ecuador eso no existe, pero ella asegura que como el suyo debe haber muchos colegios en el país que trabajan y contribuyen silenciosamente.