Redacciones Cuenca, Sierra
Centro, Ibarra y Santo Domingo
En Cuenca, cruzar corriendo la calle esquivando los vehículos es parte de la cotidianidad. En los últimos cinco meses, pese a las 22 citaciones, ningún peatón ha sido multado hasta el momento.
La tarde del jueves no había control en los alrededores del céntrico parque Calderón, donde es habitual encontrar a policías que dirigen el tránsito. La luz del semáforo que da a la calle Bolívar estaba en verde y Graciela Acuña cruzó la calle.
Anaí Pintado (14 años) también aprovechó que el vehículo más próximo estaba a unos 4 metros de ella para cruzar la calle. A esa hora, los peatones le sacaron ventaja a la congestión vehicular. Se dieron modos para circular por los pequeños espacios que separaban a los vehículos.
No cruzaron por los pasos cebra. Es decir, cometieron una contravención que la ley sanciona con UDS 10,90. Cuando entró en vigencia la nueva Ley de
Tránsito, la Policía impulsó una campaña de educación al peatón en varios sectores. Las esquinas estratégicas estaban vigiladas por mujeres policías que informaban sobre el uso correcto de las vías.
La presencia de los uniformados alertaba y disciplinaba a los peatones. Pero en las últimas semanas, se irrespeta la Ley frente a los uniformados.
Un policía, que pidió la reserva de su nombre, informó que tienen la orden superior de llamar la atención al peatón, pero no sancionarlo. “Por esa razón, en la actualidad, la situación es la misma que hace seis meses.
Según Freddy Mulla, juez segundo de Tránsito, han llegado 22 boletas emitidas a peatones por infringir la Ley. Pero todos los infractores apelaron, abandonaron el caso y prescribió la causa. La Ley establece 30 días para la audiencia y sanción.
En Ambato, la realidad es muy parecida. Son las 18:00 del viernes y María Cadena camina, con su pequeña hija, entre la vereda y la calzada de la avenida Cevallos.
José Guerrero circula en su vehículo por la misma avenida y a la misma hora. De pronto, frena a raya, a pesar de que el semáforo le indica la luz verde. Cadena y su hija están cruzando la calzada.
Ella se enoja y lo insulta. “No es posible que no respeten a una madre con su hija”.
Guerrero se queda en silencio y mueve la cabeza. Desde una de las aceras, Gabriela Mosquera, estudiante, dice que hacen falta señales de tránsito. “Es lamentable decirlo, pero en esta ciudad nadie respeta la Ley de Tránsito”.
Desde julio hasta noviembre, la Jefatura de Tránsito de Tungurahua extendió 109 sanciones a personas por infringir la Ley de Tránsito. Édgar Gaibor, jefe de la unidad, asegura que la cultura de la gente no ha cambiado a pesar de las charlas que se dictan.
En Ibarra también se dejó de aplicar las sanciones a los peatones que incumplen con la nueva Ley de Tránsito. La Policía mantiene una tregua hasta que finalice la reconstrucción y el control de fallas en las aceras y bordillos en 42 calles del centro urbano.
Estos trabajos borraron la mayoría de pasos cebra de las calzadas de la zona. “Sería bueno que la Unidad de Tránsito del Municipio y la Policía volvieran a señalizar” , dijo Luis Salazar, comerciante de la calle Maldonado.
En las intersecciones de las calles Flores y Rocafuerte, Oviedo y Rocafuerte, Flores y Sucre, y Bolívar y Colón, los pasos cebra casi no se distinguen. En esos sitios hay unos 20 establecimientos educativos, entre primarios y secundarios. En la Vicente Rocafuerte y Miguel Oviedo, por ejemplo, funcionan las escuelas 28 de Septiembre y Rafael Larrea.
Allí, los pasos cebra están borrosos. El tránsito de buses, taxis y carros particulares es intenso.
Fernando Zárate, jefe de la Policía, asegura que los operativos se mantienen en las calles. Las cifras de las sanciones se darán a conocer la próxima semana.
En Santo Domingo de los Tsáchilas es difícil exigir el cumplimiento de la Ley de Tránsito. En los cinco primeros días, desde que se empezó a aplicar la nueva normativa, los uniformados sancionaron a 100 peatones y luego se suspendió el control.
En esta provincia, tres policías se encargan de verificar el estado de las señales de tránsito. Ellos instalan semáforos, colocan señalización vertical y horizontal y pintan los pasos cebra.
En la avenida Quito y Río Toachi hay un paso peatonal, pero los peatones no lo usan. Los transeúntes consultados por este Diario dijeron que no circulan por allí por las pésimas condiciones higiénicas. Hay acumulación de basura y mal olor.
En el mediodía, el caos en la avenida Quito, entre el Círculo de los Continentes y el parque Zaracay, los estudiantes no respetan ninguna norma, tampoco hay policías que instruyan a los peatones.