Patricio Peña, ciudadano cuencano que salvó dos vidas.
Una rápida reacción del cuencano Patricio Peña Encalada, de 42 años, salvó a dos niños de 6 y 7 años en una piscina de la parroquia cuencana de Baños. El hecho ocurrió el miércoles 23 de julio.
Él se percató que los menores no podían flotar en la parte más profunda y nadó para rescatarlos. Sus padres le agradecieron. No hubo necesidad de los organismos de socorro, porque la reacción fue inmediata.
Hace dos semanas, el miércoles 23 de julio, el cuencano Patricio Peña Encalada salvó la vida de dos niños de 6 y 7 años.
Él llegó al mediodía a la piscina de un balneario ubicado en la parroquia cuencana de Baños. “Conforme pasó el tiempo llegaron más personas y entre ellos una pareja con sus hijos”.
Según él, no les prestó mucha atención, solo recuerda que la madre dijo a los niños que se quedaran en la parte menos profunda y tuvieran cuidado.
Mientras Peña nadaba se percató que los dos niños pasaron por su lado jugando. A los pocos minutos observó que se estaban ahogando.
“Sentí desesperación y nadé rápidamente”. Al primer niño lo tomé por la cintura y lo saqué. Peña dice que el menor empezó a gritar por su hermano y de inmediato salvó al otro.
“En ese momento hubo mucho nerviosismo entre todas las personas. Sus padres se descuidaron de ellos y nadie se percató de lo que estaba pasando”.
En el lugar había unas parejas y personas de la tercera edad cerca de la zona más profunda, pero no se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo, recuerda Peña, quien vivió durante 15 años en España. En la actualidad, es asesor técnico de la empresa Reciplay, que produce pisos de seguridad para zonas infantiles.
Peña regresó de España hace tres años para cuidar a su hija de 12 años, quien vive con él. Él señala que no hubo necesidad de pedir ayuda a los organismos de socorro, porque los salvó de inmediato. “Sus padres me agradecieron mucho y la madre estaba muy dolida y llorando”.
Para el médico y bombero, Fernando Figueroa, cuando los padres llevan a un niño a la piscina es necesario que tengan flotadores o boyas y estar muy atentos, porque en segundos puede ocurrir una desgracia. “En las piscinas de Baños prácticamente no se han reportado casos de ahogados”.
Peña dice que desde entonces está contento por esa buena obra y no se siente un héroe. “Nunca me ha pasado algo similar”. Cada dos semanas, él suele nadar en Baños. Es una actividad que comparte con su hija, pero ese día estuvo solo.