María Fernanda Pacheco con sus hijos: Mauricio Alberto, de 4 años; Ana Cristina, de 2; y Leonor Elena, de 4 meses y medio, en el patio de la casa. Fotos: Eduardo Terán/El Comercio
El árbol de Navidad mide tres metros. El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, junto a su esposa, María Fernanda Pacheco, lo armaron el pasado domingo 13 de diciembre del 2015. Ese fue el primer cambio que se hizo en su casa, en vísperas de esta fecha.
No lo hicieron antes porque estaban ocupados en las fiestas de Quito, indica Pacheco, mientras carga a su tercera hija, Leonor Elena, de cuatro meses y medio. Junto a ellas aparecen Mauricio Alberto, de 4 años y Ana Cristina, de 2.
Ellos son los tres hijos del alcalde Rodas. Y, ayer, lunes 14 de diciembre, en su vivienda, ubicada en una zona residencial de Cumbayá, El COMERCIO pudo conocer cómo festeja la Navidad esta familia.
María Fernanda Pacheco cuenta que el 24 y 25 de diciembre los pasarán en familia, los cinco. Sus padres viven en Venezuela y no volarán a Quito. No sabe aún si su suegra, que reside en la capital, cenará junto a ellos.
En cuanto a regalos, la base del árbol está vacía en esta casa. María Fernanda Pacheco asegura que no ha comprado ninguno. Trata de no hacerlo pues piensa que en esta época lo importante no es dar regalos sino compartir con los seres queridos. De hecho, a sus hijos esta Navidad, les dará obsequios muy sencillos. Esto porque los dos primeros cumplen años en diciembre.
Mauricio Alberto, el 8, y Ana Cristina, el 12. Les regalaron una bicicleta a cada uno. “Tratamos de unificar el regalo de cumpleaños con el de Navidad, no me agrada la idea de que mis hijos reciban tantos obsequios”, cuenta Pacheco, presidenta de la Unidad Patronato San José.
Por eso tampoco ha fomentado la creencia de que existe Papá Noel. Ella prefiere decirles que en la Navidad nace el Niño Jesús.
Ayer, por ejemplo, mostró a sus hijos un pequeño pesebre que guarda. Son figuras de José y María, que no superan los cinco centímetros de altura. La de Jesús aún no estaba colocada pues “nace el 24”, anotó sonriendo. No le gustan los lujos. Eso se puede observar en la sala. Las fotografías del día de su boda y del nacimiento de cada uno de sus niños son lo más destacado en la decoración. Sobre la mesa del comedor se ubican dos ángeles.
Estas figuras, en particular, gustan a los Rodas-Pacheco, pues creen en la protección y luz que brindan estos seres.
Por eso la copa del árbol de Navidad también fue adornada con un angelito. Entre los bombillos también hay representaciones de estos seres celestiales.
Pero además de los adornos de Navidad y la cena de Nochebuena, María Fernanda Pacheco asegura que lo que más le gusta es la tradición del 25 de diciembre. Ese día preparará un desayuno para sus tres hijos y esposo. Dice que todos comen en pijama y lo que más disfrutan es una torta de huevo. Ese plato lo prepara porque a los dos niños mayores les encanta y lo llaman “pastel de huevito”.
La esposa del alcalde Rodas comparte con sus hijos en las tardes, le fascina verlos jugar. En el patio de su casa hay dos triciclos pequeños y un caballito de madera. Son los juguetes favoritos de Mauricio Alberto y Ana Cristina.
En el patio también está Toto, un perro mestizo que hace un año y medio fue adoptado por el Alcalde y que se emociona al ver a María Fernanda Pacheco. Le ladra y camina en círculos, sin dejar de mover su cola y colocar sus orejas hacia atrás.
“Esta Navidad solo tengo que agradecer a Dios por mi familia”, pronuncia y besa a sus tres hijos. También comenta que este año ha sido lleno de bendiciones para su familia por la llegada de Leonor Elena, quien nació prematura, pero que con los cuidados necesarios ha ganado peso y estatura.