Una inundación se registró en el paso a desnivel de las avenidas Patria y 12 de Octubre. Foto: Eduardo Terán / El Comercio
Si esas alcantarillas colapsan, los vehículos podrían fácilmente duplicar o hasta triplicar el tiempo en su recorrido.
La fuerza de los últimos aguaceros del 5 de abril y del 31 de marzo evidenció la vulnerabilidad de los pasos a desnivel en la ciudad. De los 37 pasos deprimidos que hay en Quito, cuatro presentan riesgo de inundación en época invernal. El de las avenidas 12 de Octubre y Patria, el de la 10 de Agosto y Naciones Unidas, de la América y Universitaria, y de La Y son los más vulnerables. Los tres primeros tuvieron acumulación de agua días atrás y la movilidad en esas zonas colapsó.
Lo curioso es que no todos esos pasos deprimidos son propensos a inundaciones por tener insuficiencia en el sistema de drenaje, sino que la presencia de basura en la calle magnifica el problema y en algunos casos lo provoca.
En la 12 de Octubre, la inundación a inicios de mes se debió a la acumulación de basura en las rejillas. Se encontraron cajas de frutas y cartones. Christian Rivera, del Coe Metropolitano, contó que al parecer eran de un indigente que vivía en el sitio.
En la zona, el 31 de marzo cayeron 2,5 milímetros de lluvia en cinco minutos, una cantidad importante pero no la mayor registrada en la zona en lo que va del año, explica Luis Burbano, subgerente de Saneamiento de la Epmaps.
El acceso se cerró y el tráfico alcanzó unas 10 cuadras, en menos de 10 minutos. Por allí circulan 36 063 vehículos al día.
Hay otros pasos deprimidos donde las inundaciones se deben a factores estructurales. Tanto en los colectores de la Universidad Central como en el de la Naciones Unidas y en La Y, el sistema de alcantarillado y sus respectivos colectores no dan abasto.
Para solucionar los inconvenientes, la Epmaps tendría que hacer una inversión de unos USD 40 080 000. Burbano explica que se debería implementar un sistema de descarga en la zona de la U. Central para conectarlo con el colector Anglo french, lo que costaría unos USD 80 000.
El resto se invertiría en la construcción de un colector de alivio que solucione los problemas de la Iñaquito Sur (NNUU y la Y). Los estudios para su ejecución están en proceso.
Esos problemas se deben, según Hernán Orbea, urbanista, a la antigüedad de la construcción de los pasos deprimidos y al crecimiento de la ciudad, en especial, en altura. Los colectores en esas zonas nacieron subestimados en su capacidad de carga y es necesaria la construcción de estructuras de alivio, como se ha hecho en la Orellana y Eloy Alfaro.
En caso de acumulación de agua y si un conductor entró a un desnivel, dice Jesús Gómez, experto en movilidad, una opción es detenerse y esperar a los agentes de tránsito. Si avanza, el riesgo es que el motor falle.