El paseo del chagra y los toros aderezan las fiestas del Cayambe

El paseo del chagra, de Cayambe, tiene un recorrido por las calles céntricas de las urbe. Foto: José Luis Rosales/El Comercio

El paseo del chagra, de Cayambe, tiene un recorrido por las calles céntricas de las urbe. Foto: José Luis Rosales/El Comercio

El paseo del chagra, de Cayambe, tiene un recorrido por las calles céntricas de las urbe. Foto: José Luis Rosales/El Comercio

Un enmarañado de tablas se entretejen alrededor de la Plaza de Toros de Cayambe, provincia de Pichincha. Unos 72 tablados, como les denominan a las improvisadas localidades para los espectadores, fueron erigidos para la nueva temporada de Toros Populares San Pedro 2015.

Mientras inspeccionaba esos sitios, Harold Albornoz, integrante de la Comisión Taurina, relata la historia de este coso, de diseño cuadricular. La construcción empezó en 1920 y finalizó ocho años más tarde.

Desde entonces, comenta Albornoz, que también labora como comisario municipal, en todo este tiempo han preservado esta tradición taurina. Para esta temporada, que se desarrolla del 2 al 6 de julio, hay seis corridas.

Este es uno de los números del programa de Fiestas del Sol y San Pedro, que organiza el Municipio de este cantón, famoso por la producción de flores, elaboración de lácteos y bizcochos.

Este sábado, 3 de julio, previo a la lidia de los aficionados se realizó el paseo del chagra y el concurso de lazo. A este programa llegaron decenas de jinetes y sus caballos desde varias comunas Cayambe y de provincias vecinas.

La mayoría de centauros desfilaron ataviados con ponchos, bufandas, zamarro (una especie de pantalón hecho con piel de cabra), sombrero y espuelas. Jinetes como German Gonzáles, vecino de Santo Domingo de Guaruro, quería poner a prueba sus habilidades para atar en el menor tiempo a un torete.

Por un altavoz, Milton Quinche, otro integrante de la Comisión Taurina, explicaba que en este certamen de destreza solo podían intervenir tres integrantes por equipo.

Dos participantes sobre sus cabalgaduras, mientras sortean al furioso animal, deben enlazar sus cornamentas. Desde el piso, el otro colaborador, conocido como chaki, ayuda a derribarlo y desatarlo. El reglamento también establece un máximo de tres minutos para cada equipo.

Ese tiempo aspiraban a disminuirlo Pedro Pablo Chauca y Julio Tabango, de la localidad de Puliza, quienes laboran en el cuidado de ganado bravo.

Entre tanto, más tarde, los espontáneos a la novillada saltaban al corso a tratar de atrapar una colcha que llevaba atado al dorso un torete. "Esto es lo mejor de las fiestas", comentó alegremente Gonzalo Escobar, uno de los asistentes.

Los festejos continuarán en los siguientes días. Este domingo, 5 de junio, se realiza el Desfile de la Alegría. En este colorido número participaron grupos de danza, música y carros alegóricos.El paseo del chagra, de Cayambe, tiene un recorrido por las calles céntricas de las urbe

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