Pase del Chagra en Machachi varias haciendas y familias participaron en este desfile por las calles centricas de Machachi. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
El viento soplaba con la fuerza de un toro bravo y el sol, todavía tímido, se hacía de rogar y se ocultaba tras una cortina de cúmulos blancos. Y aunque los machacheños ya están acostumbrados al frío, quienes llegaron desde Quito, Sangolquí, Tumbaco y otros destinos nacionales como Santo Domingo de los Tsáchilas, se morían del frío y ajustaban sus chompas, bufandas y gorras para retener mejor el calor corporal.
Eran las 09:00 y empezaba el Paseo Procesional del Chagra 2014, acto culminante de la celebración de los 131 años de cantonización de Mejía. Los chagras, actores principales de la jornada, estaban vestidos y equipados para la ocasión. Los ponchos y los zamarros estaban en su sitio y los caballos, sus compañeros inseparables, ejercitaban sus saltos y cabriolas como si comprendieran que su tarea de este día era cautivar con sus habilidades a la multitud que llenaba las veredas de las principales calles de la urbe.
Jorge Poaquiza, de la hacienda Los Pinos de Mocha, subyugaba las miradas del gentío con el dominio absoluto de Quitapenas, su caballo angloárabe-criollo de 12 años al que crió y adiestró desde que nació. Y al que consideraba más que un animal y trataba como a un hermano.
Algunos metros más atrás, 24 traviesos integrantes de la Diablada Pillareña empezaron su vertiginoso baile y demostraban a los asistentes que no eran ningunos pobres diablos. Sus caretas satánicas llenas de cuernos retorcidos, en vez de miedo, despertaron simpatía.
Las haciendas y grupos participantes, formados por estricto orden de llegada, alegraban al gentío y prendían el ambiente. El sol, ya menos arisco, acabó por salir y aportó con su cuota de luz y de calor. Cada hacienda o agrupación tenía un poncho distintivo, que era como su marca registrada. Cada comparsa, asimismo, estuvo acompañada por una banda de pueblo, a cuyos sones bailaban los danzantes. Y hasta algunos corceles despabilados.
1 800 personas, entre montados y comparsas, desfilaron por las arterías de Machachi por 15 cuadras. En la tribuna principal, montada ante la fachada de la escuela Luis Felipe Borja, en el parque central, la Dra. Cristina Andrade y la Lcda. Grace Bosmediano (dos de los cuatro jurados) calificaban a los participantes, quienes compitieron por el mejor grupo de chagras, el mejor grupo de danza, la mejor carreta, el cari (varón) chagra y la guarmi (hembra) chagra.
Desfilaron con orgullo chacarero delegaciones de Machachi, Santo Domingo de los Tsáchilas (hacienda El Progreso), Sangolquí, Conocoto, Cayambe y hasta Mocha, cantón de la provincia de Tungurahua (hacienda Los Pinos). También dijeron presente delegaciones de empresas como el Banco de Pichincha, la cooperativa Alianza del valle, Ecuagenesy, y colectivos como San Pedrito de Conocoto y el Grupo Juvenil Alma Chacarera.
El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, amante del campo y la naturaleza, también desfiló por invitación del concejal de Machachi, Bernardo Jácome, y estuvo en compañía de los concejales quiteños Marco Ponce y Carla Cevallos.
Los jóvenes, como Denis Molina, Efraín Mosquera, Erik Zuquillo, Luis Arias, Carla Bossano, Evelin Cruz, Jely Marchán y Álex Imbaquingo –que llegaron desde el Centro Histórico de la capital- vivieron la fiesta con alegría y confraternidad. Y sin una gota de trago, porque una de las características de este presente Paseo Procesional del Chagra es que fue ‘Cero alcohol’, por decreto municipal.
El desfile se complementará esta tarde con la Primera Feria Gastronómica Identidad del Chagra, toros populares y el concurso del lazo.