Roberto Carrión Cevallos
El Gobierno, en estos últimos meses, ha promocionado ciertos megaproyectos en el sector energético: la refinería de El Aromo y la central generadora Coca-Codo Sinclair.
En el caso del Proyecto Hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair, sin duda era una buena noticia (aunque la potencia planteada 1 500 MW sigue siendo una incógnita) para el país, pues en los últimos años se ha carecido de nuevos proyectos de generación provocando que el fantasma de los apagones esté presente.
La no inversión en el pasado se ha debido a la falta de estabilidad del sector y al manejo político del mismo. Si a esto le sumamos hoy, los cambios de la actual Constitución, han dejado al sector eléctrico con un horizonte incierto, en el que aún no es interesante invertir.
Si no se aclara el panorama del sector eléctrico, simplemente las inversiones no vendrán, pues nadie querrá arriesgar su dinero en un país sin seguridad jurídica y seriedad en el tratamiento de los aspectos técnicos y económicos.