Ni el frío ni la lluvia impidieron que los fieles llenen la plaza de San Francisco y sus calles aledañas, en el centro histórico de Quito, para recibir al Papa la tarde de este 7 de julio.
Miles de personas apostadas en los exteriores del templo religioso, así como en las calles Cuenca, Bolívar, Mideros y Sucre, recibieron a Jorge Mario Bergoglio, quien arribó a las 17:52.
El líder máximo de la Iglesia Católica llegó en el papamóvil. Desde el jeep blanco descubierto saludó a los fieles que lo esperaban desde las 11:00.
Llegada del Papa a San Francisco
Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
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Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
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Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO
Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO
Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO
Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Los asistentes sortearon las dificultades climáticas. Durante la jornada de espera, de cerca de siete horas, las condiciones metereológicas variaron entre el sol y la lluvia. Para ello, la gente que ingresaba portaba sombreros, paraguas y ponchos de agua.
Según información de la Policía Nacional, para el encuentro con la sociedad civil, organizado por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, se destinaron más de 10 000 oficiales con el fin de preservar la seguridad de los más de 6 000 asistentes.
Al interior del templo religioso, lo esperan 700 invitados. Allí será recibido por las autoridades eclesiásticas y visitará el convento así como el Museo. Se espera que esa reunión dure cerca de dos horas. De acuerdo a voceros de la seguridad del Santo Padre, Francisco está algo cansado por las actividades celebradas este 7 julio, por lo que no se definen detalles del resto de su jornada nocturna.