Los efectos políticos de la visita del papa Francisco a Cuba

La intención del papa Francisco, durante su visita a Ecuador, sería pasar el mayor tiempo posible en contacto con la gente. Foto: EFE

La intención del papa Francisco, durante su visita a Ecuador, sería pasar el mayor tiempo posible en contacto con la gente. Foto: EFE

El papa Francisco visitará Cuba y Estados Unidos. Foto: EFE

Este miércoles 22 de abril del 2015, el Vaticano confirmó que como parte de la gira del papa Francisco a Estados Unidos, prevista para finales de septiembre, el Sumo Pontífice primero hará una parada en Cuba.

La visita papal a la isla se producirá en medio del histórico acercamiento que se da entre Cuba y Estados Unidos, luego de que en diciembre del año pasado los presidentes Raúl Castro y Barack Obama decidieran comenzar a normalizar las relaciones entre ambos países tras más de 60 años de ruptura y Guerra Fría. Por ese motivo, al pisar tierra cubana, y sin duda alguna, el papa Francisco le dará un empujón a los diálogos entre La Habana y Washington.

“Esta visita resultará interesante en la medida en que puede ser un impulso diplomático al restablecimiento de las relaciones”, señala Francisco Barbosa, Ph. D. en Derecho Público de la Universidad de Nantes (Francia) y profesor de la Universidad Externado.

“Lo que fue un poco el papel de Juan Pablo II con Polonia en el momento en el que se estaba presentando el derrumbe de la Guerra Fría, Francisco está haciéndolo en América Latina con dos casos: el tema de Cuba y la anunciada visita a Colombia dentro del marco del conflicto armado y el proceso de paz”, agrega Barbosa.

Pero para Barbosa, el papa no solo tendrá un papel importante en Cuba, sino también en el resto de su gira por Estados Unidos. “Francisco podría generar un discurso global alrededor del último conflicto propio de la Guerra Fría, que está vivo y que es la tensión existente entre Estados Unidos y Cuba desde 1963”, dice.

Pedro Mercado, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Colombia, afirma que “la visita del papa a la isla contribuye al llamado que ha hecho la Iglesia católica reiteradamente: que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba. Además, pone en primer orden de la agenda internacional el tema de los derechos humanos y del camino de Cuba hacia el establecimiento de un régimen de libertad y democracia”.

Pero la visita de Francisco a La Habana no es la primera de un papa a la isla. Juan Pablo II y Benedicto XVI habían estado allí.

Al respecto, Mercado dice que las “relaciones de la Iglesia con Cuba han estado enfocadas en buscar caminos de colaboración en momentos de dificultad, y esto mismo lo hará Francisco en un momento de transición importante para la isla, donde hay grandes expectativas”.

Impacto en el proceso de paz colombiano

La visita del papa a Cuba, a juicio de algunos analistas, también podría tener efectos en las conversaciones de paz entre el Gobierno y las Farc, que precisamente se adelantan en La Habana.

“Podría tener un impacto indirecto. Esa presencia y el apoyo a la reanudación de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos crea un clima favorable para el proceso de paz de Colombia”, afirma el analista Alejo Vargas, de la Universidad Nacional.

“Además de ser jefe de una religión, el Papa es un jefe de Estado. Cuando hace visitas lo hace en esa doble condición. Es innegable que sus viajes tienen también un carácter político. Todas sus acciones tienen siempre implicaciones de orden político”, agrega Vargas.

Y aunque desde varios sectores han pedido en reiteradas ocasiones que no se mezclen asuntos de carácter político con el tema religioso, como ocurrió a comienzos de abril cuando el Vaticano anunció que el papa visitará Colombia (será el próximo año, pero aún no se ha fijado la fecha), aislar las acciones del Sumo Pontífice de la política es más que difícil.

Según Camilo González Posso, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), las visitas que realiza el Papa por el mundo “tienen un propósito principal de fe, pero tienen repercusiones políticas”.

“Sectores opuestos al proceso se sienten incomodos. Y de alguna forma han enviado mensajes para que el Papa no intervenga en la negociación entre el Gobierno y las Farc, pero la Iglesia ha respaldado el proceso”, añade González, para quien sería positivo si la agenda del Papa en Cuba incluyera un momento del pontífice en la mesa de negociaciones en La Habana.

Suplementos digitales