El Papa tiene inmunidad ante juicios de abusos: Vaticano

Roma.   AFP, Reuters  El   papa Benedicto XVI celebró ayer las misas del Jueves Santo con las que se abren los ritos litúrgicos de la Semana Santa, marcada este año por la ola de escándalos que azotan a la Iglesia católica por denuncias de sacerdotes pedófilos.Al contrario de lo que algunos esperaban, el pontífice no abordó el delicado tema de los escándalos que afectan al clero de Europa y Estados Unidos. El Papa ofició en la mañana la tradicional misa “crismal” en la Basílica de San Pedro mientras que en la tarde conmemoró la última cena de Cristo en la basílica romana San Juan de Letrán. Como es la tradición, el pontífice lavó, en señal de humildad, los pies de 12 sacerdotes, el mismo número de discípulos que acompañó a Cristo durante su última cena.  Durante el rito se invitó a los asistentes a donar dinero para la reconstrucción del seminario de Puerto Príncipe, en Haití, destruido por el sismo del 12 de enero que devastó la isla caribeña dejando un saldo de 220 000 muertos y 1 300 000 damnificados.  “Maltratado, Cristo no amenazaba con venganzas, sino que confiaba en aquel que juzga con justicia”, dijo el Papa durante la misa. Durante la jornada, numerosos clérigos y cardenales expresaron su solidaridad al pontífice por las críticas recibidas por su gestión del fenómeno de la pedofilia de los sacerdotes. El Papa, acusado por abogados de las víctimas de ser el responsable último de encubrir abusos sexuales de curas a niños, no puede ser llamado a testificar en ningún juicio porque tiene inmunidad como jefe de Estado. Lo dijo  un alto cargo judicial del Vaticano. La entrevista con Giuseppe dalla Torre, jefe del tribunal del Vaticano, se publicó ayer en el periódico italiano Corriere della Sera, coincidiendo con los servicios de Jueves Santo que Benedicto XVI iba a celebrar en la basílica de San Pedro para conmemorar la fiesta más solemne del calendario litúrgico, que culmina en el Domingo de Resurrección. Dalla Torre subrayó la estrategia del Vaticano de defender al Papa si fuera a verse forzado a testificar en varios procedimientos relativos a abusos sexuales, que  llegan  al sistema legal estadounidense. “El Papa es con certeza un jefe de Estado, que tiene el mismo estatus jurídico que todos los jefes de Estado”. Los abogados que representan a las víctimas de abusos sexuales por parte de curas en varios casos en EE.UU.  dijeron que querrían que el Papa testificara, en un intento de demostrar que el Vaticano fue negligente. 

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