El Papa Francisco rendirá homenaje a la Madre Teresa en Albania

Madre Teresa

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La beata Teresa de Calcuta, o simplemente 'Madre Teresa' -como se la conoce en todo el mundo- es para los albaneses la 'santa' de su tierra, y será homenajeada en la próxima visita a Albania del papa Francisco.

Madre Teresa murió el 5 de septiembre de hace 17 años, precisamente en la ciudad india a la que había dedicado gran parte de su vida. Pero Agnes Gonxha Bojaxhiu, como se llamaba antes de tomar su nombre religioso inspirándose en Santa Teresita de Lisieux, había nacido 87 años antes en Skopje, hoy en Macedonia, pero en aquella época en Albania.

El nombre de Madre Teresa resonará así en Tirana dentro de 15 días, cuando el Papa -el domingo 21 de septiembre- realice su viaje apostólico a Albania, el primero en Europa. Está dedicado a la hermana de la caridad el aeropuerto internacional de la capital albanesa donde aterrizará Francisco, y siempre a Madre Teresa le está dedicada la gran plaza de la ciudad, donde habrá una misa a las 11.00.

También desde la plaza 'N0n0 Tereza' -como la llaman los albaneses- el papa Francisco recitará el Angelus, a las 12.00.
Si la patrona de Albania es la Virgen del Buen Consejo, cuyo santuario se encuentra en Shkoder, sin duda la monja de sari blanco con rayas azules, que llevó palabras de paz y caridad a todo el mundo, es de algún modo el orgullo nacional, y no solamente de los católicos.

Sin embargo, la relación entre la Madre Teresa y su tierra de origen no fue sencilla. Dejó Albania cuando tenía sólo 18 años para hacerse monja y luego misionera en la India.

El régimen de Enver Hoxha luego le impidió volver, aunque sólo fuera para abrazar a su madre antes de su muerte, a mediados de los años 70. Si hubiera regresado a Albania, no habría obtenido una visa para salir: imposible de aceptar para quien no era una simple monja sino una "embajadora" de los pobres, premio Nobel de la Paz en 1979.

Sólo en 1989, cuando el régimen comunista comenzó a agrietarse, la Madre Teresa pudo retornar a Albania. Sus seres queridos ya no estaban pero pudo rezar sobre sus tumbas: y también sobre la del dictador -según se lee en las crónicas de aquellas primeras visitas- que la había separado de su tierra natal y sus afectos.

El gobierno postcomunista de Sali Berisha abrió las puertas a todos los pedidos de la Madre Teresa, tal vez para hacerle olvidar su largo exilio. La primera casa de las Hermanas Misioneras de la Caridad en Albania es 'Tirane nje' y vio la luz en 1991, apenas dos años después del retorno 'a casa' de Agnes.

La Madre Teresa fue proclamada beata por Juan Pablo II en 2003, y desde entonces el 19 de octubre es fiesta nacional en Albania.

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