El papa Francisco dijo hoy, 3 de junio, en la misa de Santa Marta que es mejor no pecar, “pero si pecamos, recordemos que tenemos un abogado que nos defiende frente a Dios, uno que no habla mucho pero simplemente ama” .
“El defensor de quien peca es Jesús, que en el esplendor de resucitado no se trajo encima los hematomas de la flagelación, sino las llagas. Con las llagas, Cristo dice al Padre: ’este es el precio que pagué por sus pecados, ayúdalos’” , manifestó.
Sobre esta idea el Papa reflexionó en la habitual misa matinal, partiendo del relato evangélico del adiós de Jesús y del adiós de San Pablo.
Pidió también a los presentes que recen cada vez que tienen
“alguna necesidad, algún problema” , según los fragmentos de la homilía que fueron publicados por la radio Vaticana.
Cuando Pablo se va de Mileto, observó el Pontífice, estaban todos tristes, y así había ocurrido a los discípulos cuando Jesús había pronunciado el discurso de despedida antes de “ir al Getsemani y comenzar la Pasión” .
El Señor, prosiguió, los consuela, y “hay una pequeña frase de la despedida de Jesús que hace pensar” . Jesús, recordó Jorge Bergoglio, “habla con el Padre en este discurso y dice yo ruego por ellos. Jesús reza por nosotros” .
“El apóstol Juan -comentó el Pontífice- pensando en estas cosas y hablando de nosotros que somos tan pecadores, dice: ’No pequen, pero si alguno de ustedes peca, sepan que tenemos un abogado frente al Padre, uno que ora por nosotros, nos defiende frente al Padre, nos justifica’” .
“Creo -subrayó Francisco– que tenemos que pensar tanto en esta verdad, en esta realidad: en este momento, Jesús está rezando por mí. Yo puedo ir adelante en la vida porque tengo un abogado que me defiende y si soy culpable y tengo tantos pecados, es un buen abogado defensor, y hablará al Padre de mí” .
Cuando en la parroquia, en la casa, en familia “tenemos alguna necesidad, algún problema” , subrayó, debemos “pedir a Jesús que rece por nosotros” . “¨Y hoy cómo reza Jesús? Creo que no habla demasiado con el Padre. No habla, ama.
Pero hay una cosa que Jesús hace, hoy, estoy seguro que lo hace. Le hace ver al Padre sus llagas y Jesús, con sus llagas, reza por nosotros, como si dijera al Padre, ’pero Padre, este es el precio, ayúdalos, protégelos’” . “Son todos tus hijos que salvé.
Por el contrario, no se comprende por qué Jesús después de la Resurrección tuvo ese cuerpo glorioso, bellísimo, sin hematomas, sin heridas de la flagelación, pero estaban las llagas.
Las cinco llagas. ¨Por qué Jesús quiso llevarlas al cielo? ¨Por qué? Para rezar por nosotros. Para hacer ver al Padre el precio. Este es el precio, ahora no dejarlos solos, ayúdalos” , concluyó Francisco.