La visita del Papa no logra apaciguar los anuncios de protestas

Fausto Trávez, arzobispo de Quito, y Rafael Correa, en el almuerzo de ayer. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Fausto Trávez, arzobispo de Quito, y Rafael Correa, en el almuerzo de ayer. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Fausto Trávez, arzobispo de Quito, y Rafael Correa, en el almuerzo de ayer. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

El ambiente político no se tranquiliza a pesar de que faltan cinco días para la llegada del papa Francisco y todos los detalles están listos. El diálogo nacional al que ha llamado el Gobierno y su solicitud de vivir un ambiente de paz para la visita del Pontífice no han calado en quienes exigen rectificaciones. Y aunque la Iglesia se ha sumado a los ­llamados a “calmar las aguas”, nuevas manifestaciones se alistan para esta semana y la siguiente.

Los sindicatos, los indígenas y sectores sociales marcharán por tercera semana consecutiva el jueves desde la Caja del Seguro, y el asambleísta Andrés Páez convocó ese mismo día a una concentración en El Arbolito. Además, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, dijo que llamará a una movilización si no hay rectificaciones -aunque no dio fecha-, mientras que el oficialismo continuará con sus “vigilias” una vez que el Papa haya dejado el país.

El país está por entrar a la cuarta semana de manifestaciones, que nacieron con la propuesta de ley de herencias y de plusvalía, pero que ahora recogen todo tipo de consignas. El llamado al diálogo nacional que el Gobierno hizo cuando se retiraron “temporalmente” estos proyectos no ha logrado disipar las protestas.

Por ello, de cara a la llegada del Papa, el monseñor Fausto Trávez señaló que entregarán un comunicado el jueves, en el que se pedirá a los ecuatorianos “vivir en paz” durante la visita del Papa. Fue claro al mencionar que el derecho canónico le prohíbe hablar de política, pero que está convencido de que la situación se “tranquilizará” durante la venida del religioso argentino.

Así lo anunció Trávez, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Quito, antes de ingresar al almuerzo de ayer con el presidente Rafael Correa, en Carondelet. El miércoles pasado, Trávez llamó a una “tregua” durante los días que el Sumo Pontífice esté en el país y dijo que hay que recibirlo “en unidad”.

“La tregua es contra la violencia; para el diálogo no hay tregua, eso tiene que hacerse siempre”, respondió el canciller Ricardo Patiño a estas aseveraciones. Él sostiene que este mecanismo que impulsa el Gobierno continuará abierto en los días que Francisco esté en el país, pero además revela que las acciones de Alianza País después de la visita se mantienen en reserva por “estrategia”.

De momento, no se han anunciado movilizaciones durante los días en que el Papa estará en Quito y Guayaquil. “Esos días son feriado (Ndlr: el 6 para las provincias cercanas al Guayas; el 7 alrededor de Pichincha) pero cualquier espacio de diálogo es positivo y estamos abiertos a que se pueda dar desde los distintos espacios en los que las personas estemos abiertas”, aseguró la ministra coordinadora de Desarrollo Social, Cecilia Vaca.

El objetivo del almuerzo de ayer, en el que participaron además de los representantes religiosos, ministros de Estado y otras dignidades, era continuar analizando los detalles para la llegada del Pontífice. Pero las diferencias políticas están latentes.

Correa sostuvo que, pese a los problemas políticos, Ecuador está de fiesta. Y, como lo dijo en su discurso de bienvenida al almuerzo, son complicaciones que “nos hacen recordar el país de hace 10 años. Así es la lucha, venceremos”. Esa fue la única referencia que hizo ayer a estas jornadas de protestas.

En Roma se conoce sobre el momento político que vive el país. El canciller de la Academia de Ciencias y de Ciencias Sociales del Vaticano, Marcelo Sánchez, quien participó en el almuerzo, aseguró que el “Papa tiene pocas precauciones, es muy valiente, no tiene miedo a los pueblos latinoamericanos. Son protestas contra el Presidente, no contra el Papa”.

Poco antes de la reunión, la vicealcaldesa, Daniela Chacón, que también asistió al almuerzo, dijo que la venida del Papa no tiene un “trasfondo político”, pero que lo que el Burgomaestre ha dicho es que si no hay apertura a un verdadero diálogo se convocará a una “gran movilización”. Mas se mostró convencida de que la visita papal terminará convocando a ese diálogo sin restricciones.

La convocatoria de Rodas a esta nueva jornada de protesta sería posterior a la permanencia del Papa en Ecuador, si el Mandatario no hace un pronunciamiento oficial sobre las rectificaciones y dichas conversaciones con los diferentes sectores nacionales.

Estas diferencias, según Chacón, no impidieron coor­dinar el trabajo para la venida del Pontífice. Ayer fue la última reunión del comité interministerial, en el que se revisaron los detalles de infraestructura, vialidad, seguridad e iluminación; y según Patiño, todo está listo para recibir a Francisco. Solo queda pendiente la realización del último simulacro, hoy y mañana, y colocar la alfombra y las decoraciones.

Protestas 

Alianza País y la oposición seguirán con las convocatorias una vez que la visita del Sumo Pontífice concluya

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