Panamericana suspendida 21 días en una ruta
Ana Baque, junto a su sobrino Daniel. Él recibió el alta en las últimas horas. Foto. Eduardo Terán / El Comercio.
Los defectos denominados tipo 3 representan un “riesgo inminente” para la seguridad de los ocupantes de un vehículo, para terceras personas y para el ambiente. La advertencia aparece en el Instructivo de Revisión Técnica Vehicular 2014 de la Agencia Metropolitana de Tránsito.
El autobús 148 de la cooperativa Panamericana -accidentado el sábado en el kilómetro 16 de la vía Alóag-Santo Domingo- tenía nueve defectos tipo III, dos tipo II y uno tipo I.
Ayer se conocieron nuevos detalles de este autobús: esas fallas las detectaron los técnicos del centro de revisión de Guamaní, en el sur de Quito, el 24 de octubre del 2014. Tras la inspección, la unidad recibió el estatus de ‘condicional’.
Esta categoría permite al vehículo circular, pero debe regresar a los centros de revisión dentro de un lapso inaplazable determinado en las regulaciones vigentes, detalla el Instructivo. El 31 de diciembre del 2014 se cumplía ese período, según la Secretaría de Movilidad.
Si son riesgos inminentes para la seguridad, ¿por qué las unidades pueden seguir en las vías? Álex Pérez, viceministro de Transporte, dijo a este Diario que se debería “revisar la normativa” para que las unidades con defectos tipo III regresen “en el menor tiempo posible” a los centros de revisión.
Juan Pazos, director de Control de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), asegura que, en los chequeos rutinarios que hacen a las flotas, “han visto que los vehículos tienen condiciones aceptables para salir de las terminales y además poseen los documentos en regla”.
El Reglamento a la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial obliga a los vehículos del servicio público y comercial a pasar dos veces al año por el examen mecánico y visual. El 24 de octubre fue el primer chequeo anual que se hizo al autobús número 148, de procedencia china. Debía presentarse en el primer semestre del 2014.
En los últimos cuatro años, la ANT sancionó a 28 operadoras de transporte, cuyas unidades estuvieron implicadas en accidentes de tránsito. Tras las investigaciones se comprobó que hubo negligencia e impericia de los conductores.
En ese mismo período, el organismo abrió procesos administrativos contra otras 15 operadoras, pero al final se determinó que no tuvieron responsabilidad en los siniestros.
Uno de los hechos más graves ocurrió el 19 de febrero del 2012, en la comunidad de Cuajara, ubicada a 40 kilómetros al noroccidente de Imbabura. Hubo 30 muertos. Las pericias concluyeron que la unidad iba a exceso de velocidad y no respetó la capacidad de pasajeros. El bus se salió de la carretera, chocó contra una peña y cayó a un barranco de aproximadamente 10 metros.
La investigación de ese caso concluyó en marzo del 2012. Ese mes, la ANT notificó a la Cooperativa Espejo con la suspensión de sus servicios por 15 días. La operadora acató el fallo y el proceso se archivó, según datos entregados por la entidad a este Diario.
Todos a la revisión
El accidente del sábado provocó las primeras reacciones de las autoridades. Ayer, por la mañana, la ministra de Transporte y Obras Públicas, Paola Carvajal, anunció que se ampliará la cobertura de radares que miden la velocidad. Actualmente, Guayas, Manabí, Santa Elena y Los Ríos tienen estos equipos en sus carreteras.
Habló de “tomar acciones muy duras y muy claras” para los vehículos públicos y de servicio público, pero no precisó cuáles serán esas medidas.
Por la tarde hubo nuevos avisos. La ANT convocó a los medios y reveló que abrió un proceso administrativo contra la cooperativa Panamericana.
Ese organismo dispuso medidas provisionales. Entre ellas: la suspensión desde hoy de la ruta Quito - Manta - Quito a todas las unidades de esa compañía, durante 21 días.
La segunda: que todos los autobuses de esa empresa pasen -también a partir de hoy- por los centros de revisión técnica que operan en la capital.
En el Ecuador, las unidades de servicio público involucradas en accidentes representan el 4,8% de todos los siniestros, según un informe de la Comunidad Andina.
En el 2013 hubo 36 759 percances en las carreteras del país. De esa cifra, en 1 772 incidentes estuvieron implicados autobuses.
En un periodo de este año, de 11 000 accidentes reportados, en 800 participaron buses y busetas. Estos últimos datos reveló el ministro del Interior, José Serrano. Fue otro de los funcionarios que habló del accidente del sábado en el que fallecieron 15 pasajeros.
Serrano incluso señaló que hubo “negligencia e imprudencia” del conductor. “Intentó rebasar en una zona que no podía hacerlo. Están todas las evidencias de esa impericia”.
Un niño recibió el alta
Ayer, por los pasillos del área de Emergencias del Hospital Eugenio Espejo de Quito caminaba William Espinal. Llegó con su madre desde Manta. Su hermano Álex está internado en esa casa de salud.
El sábado, a las 04:20, William recibió la llamada. “Tuvimos un accidente, yo estoy bien, pero Cyntia está bastante herida”, le dijo Álex. Poco después conoció que su novia, de 24 años, había muerto.
La pareja salió de Manabí la noche del viernes. Tenían planificado pasar un fin de semana de descanso en la capital.
Los restos de Cyntia Palacios fueron llevados a Rocafuerte, su ciudad natal.
Al Hospital Espejo llegó también gente de la cooperativa Panamericana. Dijeron que se harán cargo de los gastos médicos de los heridos. “Pidieron que guardemos las facturas para que después nos devuelvan el dinero”, comentó Espinal.
Hasta el mediodía, 13 pasajeros permanecían hospitalizados: 12 ecuatorianos y una mujer de nacionalidad boliviana. Los heridos están en las unidades de Cuidados Intensivos, en recuperación posquirúrgica y en Emergencias.
Uno de los más críticos es el conductor de la unidad 148. Policías custodian su habitación mientras se investiga las causas del siniestro del sábado.
Una adolescente de 14 años permanece estable en Hospital Baca Ortiz, según datos del Ministerio de Salud. La versión de los familiares de la menor es otra. Ellos comentaron que la joven no puede moverse y tiene dolores en el cuerpo.
La hermana y un sobrino de Baque también son parte del grupo de heridos. La mujer está internada en el Hospital Carlos Andrade Marín. El pequeño, de 13 años, ya recibió alta.
Las salas de Emergencia de los hospitales se llenaron de familiares que llegaron a conocer el estado de salud de sus parientes. Los médicos daban detalles de cada uno.
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