Manuel Antonio Noriega (M), exdictador panameño Un juez federal de Estados Unidos el 28 de agosto de 2007 aprobó su extradición a Francia después de que complete una sentencia de prisión en Estados Unidos el 9 de septiembre del mismo año. Noriega es buscado por las autoridades francesas por cargos de lavado de dinero, de los que fue condenado en ausencia en 1999. AFP PHOTO / ARCHIVOS
El 20 de diciembre de 1989, el entonces presidente de Estados Unidos, George Herbert Walker Bush, ordenó la denominada ‘ Operación causa justa’, en la que participaron 27 000 soldados estadounidenses, con la consigna de buscar y capturar al dictador Manuel Noriega, exagente de la CIA, acusado de narcotráfico y lavado de dinero en Estados Unidos.
Miguel Antonio Bernal, profesor de derecho constitucional de la Universidad de Panamá, sostiene que la invasión no se justificaba porque Estados Unidos tenían en ese entonces más de 12 000 hombres estacionados en las diferentes bases del país centroamericano.
Agrega que se hubiera podido capturar a Noriega sin necesidad de semejante despliegue militar. “La verdadera razón de esta movilización fue la de probar en el terreno la eficacia de determinadas armas, con el fin de utilizarlas luego en el Medio Oriente”, manifestó Bernal.
La invasión de Estados Unidos a Panamá duró un poco más de cuarenta días y se logró la caída del régimen de Manuel Antonio Noriega. Sin embargo, para intelectuales como Miguel Bernal “este proceso dejó grandes secuelas en la sociedad panameña”.
La intervención militar estadounidense produjo, oficialmente, 500 muertos pero para varias asociaciones de víctimas, los decesos se elevarían a varios miles.
Yolanda Cortés, habitante de El Chorrillo, señala que uno de los barrios de la capital más destruidos durante la ‘invasión’, ha contribuido a elaborar un registro alternativo de muertos y desaparecidos.
A la vez indica que la organización ha registrado hasta ahora 700 muertos, pero aclara que esta cifra considera a los desaparecidos. “Aún se estudia el contenido de las fosas comunes encontradas tras la invasión norteamericana”, recalca Cortés.
La asociación de comerciantes de El Chorrillo presentó, pocos meses después de la invasión del ejército estadounidense a Panamá, una demanda ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el país agresor. Sin embargo este proceso judicial no continuó.
Luego de derrotado Manuel Antonio Noriega, otros gobiernos panameños lo sucedieron pero ninguno realizó reclamo alguno a Estados Unidos por su intervención militar.
Sin embargo, el nuevo presidente panameño, Juan Carlos Varela, se ha comprometido a crear una comisión de la verdad que investigue lo sucedido hace 25 años.
Radio Francia Internacional indica que para las organizaciones pro defensa de los derechos humanos lo prometido por el Primer Mandatario es un paso importante.
Conrado Sanjur, presidente de la Coordinadora Popular Panameña de Derechos Humanos señala que los panameños deberán estar vigilantes frente a lo que pueda esclarecer la comisión de la verdad. A la vez que pide al gobierno de Varela que la misma debe ser independiente para garantizar su objetividad.
Hasta el momento no se ha creado la comisión y tampoco se ha establecido fecha tentativa para la misma. El tiempo transcurre y hoy, el exdictador Manuel Antonio Noriega, con 80 años cumple una condena en una cárcel panameña.