Redacción Guayaquil
Barcelona tuvo que cambiar de negociador para retener al delantero Pablo Palacios. El presidente del club, Eduardo Maruri, fue quien cerró el acuerdo con el delantero para que continúe un año más en el club.
Las negociaciones en primera instancia las efectuó Alfonso Harb, titular de la Comisión de Fútbol. Él, según pudo conocer este Diario, le ofreció al jugador un contrato en el que se determinaba que su salario iba a ser pagado de acuerdo con su rendimiento en el campo de juego.
Harb dijo el 21 de diciembre pasado que “Palacios ya no quiere estar aquí (en Barcelona), que siga su camino, que le vaya bonito”. Esa declaraciones provocaron que Palacios pida que conversar sobre su continuidad únicamente con Maruri.
Ayer, después de su primera práctica del año con los amarillos, dijo que siempre su intención fue quedarse en Barcelona.
Palacios se casó a mediados de 2009 con la guayaquileña Andrea Terán, quien persuadió al jugador para que se quede en Guayaquil. El deseo de ella hizo que el atacante rechazara la propuesta que le hizo El Nacional.
“Mi prioridad siempre fue continuar en este club y por eso esperé con paciencia llegar a un acuerdo con los directivos”, sostuvo el goleador del Campeonato Ecuatoriano de 2008.
Según el delantero, que fue pretendido también por Emelec y Racing Club de Avellaneda de Argentina, el arreglo no incluye un aumento de sueldo, por lo que ganará lo mismo que el año pasado. El jugador percibía un sueldo mensual entre USD 15 000 y USD 20 000.
Según Maruri, el auspiciante Cervecería Nacional realizó el aporte económico para retener al delantero quiteño.