Jaime Plaza
Desde Barcelona
Si hasta 2050 no se logra reducir en 40% las emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura en la Tierra puede subir hasta en 4°C. Y eso sería catastrófico para todo el planeta.
Esto es lo que advierten los científicos y el informe del Panel sobre Cambio Climático de la Naciones Unidas. Aparte que se convirtió en un estandarte para los países africanos y latinoamericanos, cuyos líderes hoy en el cuarto día de la reunión mundial sobre cambio climático en Barcelona, España, seguían presionando para que se establezcan esas tasas.
A favor de la propuesta
– Noruega es uno de los países que mejores indicios ha mostrado a favor de reducir las emisiones. El país nórdico ya propuso antes a bajar en 40% sus emisiones.
– Escocia propuso bajar al 42% y Suecia está por igual. Japón prometió bajar en 25% sus emisiones de gases de carbono.
– Las emisiones de los países en vías de desarrollo no llega al 10% del total. Pero igual su compromiso es aportar con iniciativas, como la conservación de bosques.
– Bolivia presentó hoy un plan para establecer un Tribunal Ético de Justicia Climática. Este organismo receptará las demandas por daños ambientales y aplicará castigos éticos.
Pero en el otro frente y sin inmutarse –dicen los delegados bolivianos, por ejemplo- están países como Estados Unidos y Canadá. EE.UU. habla de apenas un 7% y la Unión Europea (UE) ofrece un 25%, con relación a lo generado por cada uno hasta 1990.
Mas no están de acuerdo porque Canadá, por ejemplo, consideró que eso afectaría a su crecimiento económico.
No obstante, Enrique Montua, experto en cambio climático como Enrique Montua, advirtió que “si todo se hace con previsión y con energías sustentables, sí será posible”.
Los científicos advirtieron que los ofrecimientos de EE.UU. y UE no serán suficientes. Con los niveles que se mantuvieron hasta 1990, la temperatura global se incrementó en 0,7°C y sin un cambio significativo se corre el grave peligro de que suba entre 2 y 4°C.
La posición de EE.UU. y otros hizo que el grupo africano amenace con suspender las reuniones. Hoy, Lumumba Stanislans, delegado de Sudán y vocero del grupo de países emergentes G77 más China, insistió que el impacto del cambio climático será catastrófico y no debe ser menospreciado por los países ricos.
Aunque hoy, a diferencia del martes, señaló que “los diálogos continúan. Somos optimistas y creemos que aún es posible llegar a un acuerdo en Copenhague, Dinamarca (allí del 7 al 18 de diciembre será la Cumbre Mundial).
Pero igual cuestionó que se dediquen mucho más recursos a la seguridad y a financiar la crisis económica mundial, antes que financiar la adaptación y mitigación del cambio climático en los países en desarrollo.
A estas exigencias se sumaron unos 60 activistas del colectivo El clima no está en venta. A eso de las 10:00 (04:00 de Ecuador), protagonizaron una protesta con gritos de consignas y cánticos, y exhibiendo pancartas. Se concentraron en la entrada al Centro de Convenciones de Barcelona, donde están reunidos más de 4 000 representantes de 192 países, ONG y otras organizaciones.
La expectativa se mantendrá por estos días e incluso se trasladará a Copenhague. No obstante, Montua y Antonio Hill, experto de la organización Oxfam, coincidieron en que el clima no espera, por lo que la decisión debe ser inmediata.
La explicación de los expertos es que para que el sistema atmosférico se estabilice se requiere que la cantidad de carbono sea menos de lo que ya había en la atmósfera en 1990 (350 partes por millón de partículas de dióxido de carbono. Hoy ya está en 390).
De allí la necesidad de llegar a esos niveles de reducciones. “Pues mientras más emisiones, peores serán los daños”. Los gases de efecto invernadero, en especial el dióxido de carbono (CO2), forman una especie de capa en la atmósfera que evita la salida hacia el espacio del calor formado por los rayos solares.
Esto a la vez hace que el ambiente se altere y se produzcan fenómenos naturales extremos como las sequías prolongadas o los aguaceros intensos que causan inundaciones y deslizamientos de tierras.
Montua insistió que “el clima no espera que hasta el 18 de diciembre se decida algo –refiriéndose a Copenhague- o que esperemos a ver qué pasa en 50 años. Puede colapsar ahora o en cualquier momento”.