Podemos tuvo su escuela en América Latina

A fines de septiembre pasado  el presidente Rafael Correa se reunió con Pablo Iglesias. Foto: Presidencia de la República.

A fines de septiembre pasado el presidente Rafael Correa se reunió con Pablo Iglesias. Foto: Presidencia de la República.

A fines de septiembre pasado el presidente Rafael Correa se reunió con Pablo Iglesias. Foto: Presidencia de la República.

A fines de septiembre pasado, Pablo Iglesias, líder del movimiento español Podemos, vivió una experiencia inédita. Durante una cena en el Palacio de Carondelet cantó, micrófono en mano, Hasta Siempre Comandante, acompañado por el presidente Rafael Correa y el canciller Ricardo Patiño.

La reunión se realizó en el contexto del Encuentro Latinoamericano Progresista en Quito. Iglesias compartió la mesa con el Primer Mandatario y otros de sus invitados, entre ellos la exsenadora colombiana Piedad Córdova.

Por esos días, Correa también invitó a Iglesias a visitar su despacho, donde intercambiaron puntos de vista sobre las realidades de sus naciones. Esta cita fue recogida y difundida por el portal de noticias español La Sexta.

Antes de su llegada al Ecuador, Iglesias estuvo en Bolivia y los días siguientes viajó a Uruguay, como parte de su gira por Latinoamérica. Durante su estancia en el país, el líder de Podemos, que vertiginosamente se ha convertido en una de las principales fuerzas políticas de España, dijo ser un admirador del gobierno de Correa, por sus logros económicos y sociales. Sobre todo por “su posición contra los grupos de poder y por su defensa de la soberanía”.

Precisamente, algunas de las acciones del régimen de la Revolución Ciudadana han sido señaladas como un ejemplo a seguir por Podemos. Especialmente la reestructuración de la deuda externa, así como la reforma fiscal para recaudar más impuestos.

“Los líderes más conocidos de Podemos, que han sido profesores de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid, han bebido de la política latinoamericana. En esta región han aprendido lo que no tuvieron antes en España”, explica el politólogo español Manuel Alcántara, profesor invitado de Flacso. “Ellos, incluidos Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias, han aprendido a hacer política en Venezuela, Ecuador y Bolivia”.

Y no solo eso. El aprendizaje y la cooperación son de doble vía. A fines de enero se conoció en España que Monedero, cofundador de Podemos, hizo una consultoría para asesorar en la creación de una moneda única bolivariana común para Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Ecuador. Por ese trabajo estratégico y confidencial cobró 425 150 euros (USD 481 000).

El pedido de esa consultoría no es casual. Monedero y sus colegas interiorizaron durante algunos años en los problemas más acuciantes de estos países, en sus modelos de gobernabilidad. Al menos eso opina Alcántara: “Hay un lenguaje común en lo nacional popular, en el Socialismo del Siglo XXI, hay algunas similitudes y coincidencias con las crisis que vivimos en España”.

Pero las coincidencias no son solo ideológicas. El gobierno ecuatoriano tejió alianzas institucionales con otras organizaciones españolas. Una muestra es el Convenio Básico de Cooperación Técnica y Funcionamiento, firmado entre el régimen y la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS).

Ese acuerdo, de 17 artículos, que rigió desde el 28 de marzo del 2007 hasta mayo del 2014, estableció el desarrollo de proyectos de cooperación en materia educativa y de formación para la promoción de la democracia y los derechos humanos. Y en programas de cooperación técnica y económica no reembolsable, enmarcados bajo las prioridades de las políticas de desarrollo del Estado ecuatoriano y los lineamientos básicos del Consejo Asesor de Cooperación Internacional.

El acuerdo estableció la posibilidad de que el CEPS brinde asistencia técnica internacional, fortalecimiento institucional, observación electoral, formación e investigación.

En 2010 el entonces asambleísta César Montúfar pidió que el canciller Ricardo Patiño explicara en la Legislatura los alcances del convenio, pues sospechaba que podría tener injerencia en asuntos de política interna. “La Fundación era parte fundamental en el proceso de toma de decisiones”, destaca Montúfar, hoy catedrático de la Universidad Andina.

Uno de los integrantes del CEPS fue José María Guijarro, actual subsecretario para África, Asia y Oceanía de la Cancillería. Él aclara que la fundación se limitó a trabajar como una unidad de análisis político y mediático y también hizo consultorías para la Senplades y la Presidencia de la República. De hecho, la entidad realizó sus primeras asesorías en el 2006, para el entonces candidato Rafael Correa.

Según confirma Guijarro, quien se nacionalizó ecuatoriano, los dirigentes de Podemos Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Juan Monedero también fueron parte del CEPS. “Muchos de los que formaban parte directiva del organismo y fueron sus fundadores ahora son parte del núcleo duro de Podemos. Efectivamente hay una relación y no hay por qué ocultarlo, me siento muy orgulloso de haber estado en esa fundación”.

Iglesias trabajó en 2006 y 2007 para ese organismo en Venezuela. Desde 2008 figuró como miembro de su dirección. En su currículo, Iglesias se autodefine como “responsable de análisis estratégico de la Presidencia de Venezuela con la fundación CEPS”, según publicó Diario El País de España.

Errejón, jefe de campaña de Podemos, fue directivo de la entidad y durante años firmó sus cuentas. Y Alegre, el segundo de abordo de Podemos, también figuró como directivo.

La cabeza de la organización, con sede en Valencia, fue el jurista Roberto Viciano. En 2008 él trabajó como asesor de la Asamblea Constituyente, junto con sus coterráneos Marco Aparicio Wilelmi y Francisco Palacio Romeo. Los tres fueron contratados por la Procuraduría y colaboraron en la parte técnica jurídica, en la revisión de los artículos, del lenguaje ...

Viciano y otros españoles también fueron asesores en la Constituyente de 1998, según la exasambleísta María Paula Romo. “Son académicos que han trabajado muchos años en la línea del neoconstitucionalismo.

Algunas de sus ideas fueron bien recibidas, no es que llegaron e impusieron sus tesis a Montecristi. Muchas de sus posturas coincidían con temas de los derechos de pueblos indígenas. Había otras propuestas que acá no fueron bien recibidas como la elección de los jueces por votación popular, que sí se acogieron en Bolivia”.

También trabajó en la Asamblea del 2008 el académico y abogado Ramiro Ávila. “Los españoles pesaron, sobre todo, en la conformación del quinto poder y en el control concentrado de la Constitución. En otros temas no fueron gravitantes”.

Además fue parte de la Fundación Decio Machado. Él fue asesor del presidente Rafael Correa. “Hice documentos de asesoramiento a la Constituyente, pero puntualmente asesoré al Gobierno durante dos años. Eran consultorías de apoyo técnico”.

Machado, quien hoy es crítico del Régimen, dice que el grupo estaba integrado por profesores universitarios especializados, sobre todo, en derecho constitucional y comunicación.

Desde inicios del año pasado el CEPS empezó su proceso de liquidación por problemas económicos, especialmente porque algunos de sus clientes no pagaron sus asesorías en Venezuela. La extinción de la Fundación contrasta con el despunte político de Podemos, que tiene serias posibilidades de llegar al poder en España.

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