Redacción Guayaquil
guayaquil@elcomercio.com
Pablo Fonseca estudió detenidamente la pista del Kartódromo de Guayaquil (av. Del Bombero) antes de acelerar su moto.
Las curvas cerradas eran su principal preocupación antes de iniciar la carrera, pero gracias a las dos vueltas de reconocimiento supo cómo tomar cada una de ellas de tal manera que le permita mantener la ventaja sobre sus seguidores inmediatos.
Recién había reparado su moto Suzuki y eso le daba una motivación extra para ganar la competencia. Pero las preocupaciones se mantenían.
De Manabí llegaron dos motociclistas que desde el principio se apuntalaron como los favoritos: Cristhian Abrahán y Jorge Proaño. Ellos son, según la opinión de los expertos de la Federación Ecuatoriana de Motociclismo, dos de los mejores motociclistas de velocidad del país.
Pero eso no intimidó a Fonseca. Para descargar el nerviosismo que lo invadió segundos antes de que los jueces dieran la orden de partida, aceleró su moto constantemente e hizo sonar su motor. “Estaba tratando de intimidar al resto de competidores”, reveló después de la carrera.
Su mirada permanecía fija en la pista. Ya había colocado el casco sobre su cabeza y los guantes en sus manos para prevenir cualquier sorpresa por si llegaba a perder el equilibrio.
Los otros motociclistas no se quedaron atrás e hicieron sonar sus motores. La tranquilidad y el silencio que se había instalado en el kartódromo desde que dejaron de correrse las pruebas de karting desaparecieron instantáneamente. La adrenalina se sentía en el ambiente.
Cuando el juez principal dio la orden de partida los motores sonaron más fuerte y los tubos de escape formaron una nube de humo que luego se perdió en el aire. Una vez que esta se disolvió, apareció Fonseca en el primer lugar. En las gradas los más de 100 asistentes estaban sorprendidos: “¿Es el mismo piloto que compite también en motocrós?”, se preguntaban algunos. De repente uno de los acompañantes de Fonseca le respondió: “Sí, es el mismo que compite en la categoría 60 centímetros cúbicos, el de Babahoyo”.
El piloto de 17 años de edad es un apasionado por las motos. Su gusto por la adrenalina lo motivó a que viajara desde Babahoyo en su moto para participar en la competencia. “Cuando me enteré de la prueba, corrí donde el mecánico para que mi moto quedara a punto”, recordó durante la premiación.
Cuando cruzó la meta levantó los brazos y dedicó el triunfo a su equipo de entrenadores y mecánicos que lo acompañaron.
Su estrategia para ganar fue sencilla: bajó los cambios en las curvas para perder velocidad y así evitar las caídas y las salidas de la pista y usó los frenos únicamente cuando fue necesario.
Durante esta temporada, Fonseca ha ocupado los tres primeros lugares en las pruebas de velocidad en las categorías X100, 125 y fuerza libre.