Óscar Bonilla de la Secretaría de acción política de Alianza País. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
Los desafiliados de Alianza País argumentan, entre otras cosas, una falta de diálogo, ¿cuál es la posición del movimiento al respecto?
El diálogo interno es un hecho frecuente y permanente en Alianza País y es la base para el sostenimiento de la cohesión interna y de la unidad. También se dialoga con la ciudadanía. El año anterior realizamos un diálogo intenso en el que participó nuestra militancia y la ciudadanía sobre dos temas fundamentales y de alcance programático, estratégico e histórico.
¿Cuáles temas?
Justicia social y equidad; temas que no han sido abordados por ningún Gobierno de la época del neoliberalismo y la partidocracia. El diálogo ha sido sobre estos y otros vinculados como las leyes de plusvalía y herencia y se ha realizado en todas nuestras estructuras y con todos los ciudadanos. Por tanto, hablar de que la falta de diálogo es la causa de deserción de adherentes es inadecuado. Se han hecho más de 2 000 conferencias ideológicas, con un alto nivel de participación.
En la práctica, hay personas como Fernando Bustamente, Oswaldo Larriva y Ángel Vilema que tras disentir con AP han recibido sanciones y han terminado fuera de sus filas, ¿hasta qué punto se permiten las diferencias de pensamiento en Alianza País?
Tenemos cerca de 200 casos que se han abordado en la Comisión de Ética y se han procesado de una manera orgánica adecuada, siguiendo el debido proceso. Ha dejado satisfecha a la mayor parte de compañeros que han sido analizados en la Comisión. El derecho a disentir está estipulado y además se ejerce en forma permanente, también en el ámbito de las decisiones. Las discrepancias se han resuelto.
¿Cuántas afiliaciones y desafiliaciones se han dado en el movimiento?
Tenemos unos 300 000 nuevos adherentes y una treintena de desafiliados, que equivale a menos del 1% con relación al volumen general de nuestros afiliados: 1,2 millones. ¿Cuál es el impacto de que una treintena de afiliados pudiese tener en un contexto de una organización tan poderosa numéricamente y estructuralmente?
¿Cuántos han acudido al llamado a carnetización y cuántos Comités de Revolución Ciudadana (CRC) hay?
Al momento, medio millón de militantes tienen carné y hay 1 203 CRC. Este número va incrementando.
Pero se han dado desafiliaciones públicas, incluso de autoridades…
No podemos aceptar una generalización: en Pichincha se han desafiliado dos concejales y un asambleísta y en Azuay un concejal y un asambleísta. En Cotopaxi salieron, mediante desinformación de agentes externos, 23 militantes, en Galápagos se ha separado un asambleísta que siempre tuvo una actitud díscola y displicente. En Santo Domingo los seis compañeros se reposicionaron en el movimiento local del cual siempre han sido parte. Hemos tenido el 3% de desafiliaciones en la Asamblea, de un bloque numeroso que se ha mantenido, a pesar de estas actitudes, absolutamente coherente y compacto.
¿Qué opinión tiene de estas desafiliaciones?
Creemos que si a pesar al diálogo y al debate los compañeros desean separarse, está dentro de su voluntad y será la historia y la ciudadanía quien los juzgue.
Óscar Bonilla en la actualidad ocupa el cargo de Secretario Nacional de Acción Política del Movimiento Alianza Pais.
Antes fue militante de Pachakutik y se ha desempeñado como gestor cultural.