El elevado registro de casos de dengue clásico y hemorrágico en El Oro obligó a las autoridades de Salud a intensificar su trabajo.
Según el último reporte de la Dirección de Salud de El Oro, los casos confirmados de dengue clásico sumaban 2 071 hasta ayer, mientras que los pacientes diagnosticados con dengue hemorrágico llegan a los 46.
El nuevo plan de acción se inició el fin de semana pasado, en los tres cantones más afectados por la enfermedad: Machala, Pasaje y El Guabo. Para esas zonas se implementó un barrido epidemiológico con 80 brigadistas y 20 camionetas equipados con máquinas de fumigación externa.
Las tareas se concentraron en la eliminación de los criaderos de las larvas del mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus, y en la fumigación externa e intradomiciliaria en los sectores de donde proceden los enfermos.
Las tareas se profundizaron esta semana en Machala, de donde proviene el 90% de los casos confirmados de dengue hemorrágico. Desde ayer y hasta el viernes 19, el Servicio Nacional de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores (SNEM) y el Departamento Provincial de Epidemiología acentuarán la fumigación en los barrios suburbanos de la capital orense.
Las populosas parroquias urbanas La Providencia y Jambelí fueron las primeras en ser visitadas.
Ayer, un grupo de brigadistas contratados por la Dirección de Salud y promotores sanitarios recorrió el barrio Urseza III, un sector deprimido en el sureste de la urbe. “Hemos querido hacer mingas para limpiar la maleza y evacuar las aguas estancadas, pero los vecinos no colaboran”, mencionó José Palma a la brigadista que se acercó a su vivienda.
El sector carece del servicio de agua y alcantarillado, y muchos depósitos de agua, usados para el consumo, tenían larvas del mosquito en su interior.
El subsecretario de Salud del Litoral, Marcelo Aguilar, lideró el recorrido. El trabajo se coordinó con el Municipio y la Prefectura.
La basura y la maleza que se desalojó debían ser retiradas por personal de Aseo del Cabildo. Y la maquinaria del Consejo Provincial abrió zanjas para evacuar las aguas estancadas.
Aguilar aseguró que se fortalecerá el trabajo comunitario. “Estamos enfrentando un invierno con altas temperaturas, que genera condiciones favorables para el mosquito, como por ejemplo el aumento de su población”.
Hoy las brigadas continúan, los recorridos de prevención y control en otros sectores marginales afectados por el mosquito.