Desafíos del sector externo

El Acuerdo Comercial entre Ecuador y la Unión Europea (UE) se encuentra en manos de la Asamblea, donde parece que no hay consenso, ni siquiera entre el bloque oficialista, para su aprobación.

El debate se presenta en un momento crucial del sector externo. Por un lado, las exportaciones privadas fueron esta semana motivo de noticias positivas. Los bananeros y camaroneros ecuatorianos están rompiendo sus propios récords de exportación, a pesar del fortalecimiento del dólar que suele tener efectos negativos sobre la competitividad de los bienes exportables de los países como el nuestro que tienen la divisa como moneda oficial.

Por otro lado, las noticias respecto a la industria petrolera son menos alentadoras. Como consecuencia de factores mundiales (aumento de la producción y reducción de la demanda) los precios del crudo bajaron esta semana a niveles inferiores a los previstos en el presupuesto estatal.

Si bien tiene sentido la idea del Gobierno de castigar a la inversión pública si el precio sigue cayendo, aquello puede incidir en sectores con gran capacidad de dinamizar la economía, como la construcción. Preocupante, pero no motivo suficiente para resignar las aspiraciones de mantener un ritmo alto de crecimiento económico.

Las actividades productivas privadas que tienen un enfoque en las exportaciones pueden mantener el motor en marcha. Sectores como el bananero, camaronero, florícola entre otros, han dado muestras suficientes de altos niveles competitivos para abrir mercados en el mundo.

Son puntos a considerar al momento de decidir sobre el destino final de la negociación del acuerdo con los europeos. Nuevas posibilidades de ingresar con bienes ecuatorianos a un mercado grande pueden ser un incentivo para el productor nacional.

Nadie niega que hay que tomar precauciones para evitar posibles daños a la industria local. Pero es claro que la oportunidad de seguir creciendo está también afuera.

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