Redacción Quito
La fecha para la operación del Corredor Marín-Quitumbe (Sur Oriental) no se concreta. Esta obra debe entrar en funcionamiento, según los anuncios, en diciembre.
Sin embargo, luego de tres meses de haberse retomado las negociaciones entre los transportistas y la nueva Alcaldía, aún no existe un consenso sobre el modelo económico para la operación del corredor.
El proceso
El diálogo entre el Municipio y los transportistas para la operación del Corredor Sur Oriental se inició en mayo de 2006.
El ex alcalde Paco Moncayo ofreció inaugurar el circuito de transporte en mayo de 2008.
Un retraso en las obras complementarias obligó a Moncayo a fijar un nuevo plazo para marzo de 2009.
La nueva administración retomó las negociaciones en agosto de 2009.
No hay una cifra exacta de cuántas personas se transportarán en este corredor vial.La revisión de la tarifa o un plan de subsidios son las propuestas de los transportistas. Uno de los técnicos representantes de los transportistas, Édison Yánez, dijo que para ofrecer un buen servicio, mejorar la calidad de vida de los transportistas y obtener un rédito equitativo es necesario fijar la tarifa de transporte en USD 0,42.
El presidente de la comisión de Movilidad del Concejo, Patricio Ubidia, explicó que la revisión de la tarifa no está sujeta a negociación. Ante esto, el secretario de Movilidad, Carlos Páez, dijo que el Municipio no tiene la competencia para cambiar la tarifa de transporte de ese sector. “Una variación en la tarifa del corredor implica elevar el pasaje al resto de sistemas de transporte locales y nacionales”.Ubidia dijo que más que un riesgo político hay un riesgo social y económico para los ciudadanos.
Otro tema que se discute es el pago de servicios. A los transportistas -dice Yánez- les conviene que se pague el servicio por kilómetro recorrido y no por pasajero transportado. El Municipio propone que se incluyan los dos modelos (por km y por pasajero) para equilibrar las ganancias.
Además, para compensar un supuesto déficit financiero, el Municipio propuso hacerse cargo del sistema de recaudación, del mantenimiento de las paradas y del pago de los servicios básicos. Pero los transportistas no aceptan esa idea en un100%.
Otro problema que se discute es la falta de un estudio de oferta y demanda de usuarios del sistema y las falencias de la infraestructura a lo largo de la vía que va por las avenidas Pichincha, Napo, Maldonado y Cóndor Ñan.
Desde agosto se han detectado 24 fallas técnicas y de señalización en la infraestructura del carril exclusivo de 6,4 km. Esas fallas están siendo corregidas por personal del Municipio. Estas intervenciones le costarán al Cabildo cerca de USD 400 000.
Otro de los requerimientos para la suscripción del contrato es que las 11 operadoras de transporte se agrupen en una sola empresa. “Por el momento eso no implica la entrada o salida de unidades, solo se va a redistribuir la flota de buses existentes”, aseguró Páez.
Este corredor inicialmente no operará con buses articulados; los transportistas aseguran tener 42 buses tipo con puertas al costado izquierdo para arrancar su trabajo. En la segunda fase, el Municipio tiene previsto comprar 80 articulados
Mientras se inician las operaciones, en la vía aún se ven competencias de velocidad entre los buses. El cruce en algunas intersecciones también genera largas filas de autos. La circulación de transporte pesado y buses interprovinciales incrementa el caos.
Marcia Yánez, comerciante en Guajaló, dijo que conductores y peatones aún tienen problemas para circular en la intersección de la av. Maldonado y Cóndor Ñan. “Los conductores no respetan las señales de tránsito”.