Bruselas, AFP
El acuerdo comercial entre Colombia, Ecuador y Perú con la UE, cuyas negociaciones se encuentran en la recta final, pueden tener “graves impactos” en la pobreza y el medio ambiente y atizar los conflictos sociales en la región andina, denunciaron varias ONG en Bruselas.
El acuerdo “no va a permitir el desarrollo sostenible de los países andinos”, por el contrario, “puede terminar ampliando la brecha” de desigualdad social y “tener graves impactos”, destacó el colectivo de ONG, entre éstas Amigos de la Tierra, basándose en un informe financiado por la Comisión Europea.
Colombia y Perú esperan concluir su Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea (UE) antes del verano boreal y no descartan que su firma tenga lugar en la ronda de negociaciones prevista la semana próxima en Bogotá.
Ecuador se mostró recientemente mucho más prudente. Pese a reiterar su interés en suscribir el TLC, Quito solicitó negociar paralelamente con Bruselas otras cuestiones “sensibles”, como la propiedad intelectual y la agricultura, conforme a la nueva Constitución, que ambiciona una mayor justicia social.
El informe sobre los impactos potenciales del acuerdo, financiado por la Comisión Europea y transmitido a la AFP por el colectivo de ONGs, estima en primer lugar que los beneficios económicos de la liberalización del comercio entre ambas regiones no serán equitativos.
Se espera que la contribución del TLC al Producto Interior Bruto (PIB) de Colombia, Ecuador y Perú equivalga en 2018, en caso de una “liberalización moderada”, al 0,6%, 1,2% y 0,3%, respectivamente, y cero para la UE.
No obstante, los nuevos intercambios comerciales supondrían para Europa 2,7 billones de euros (3,7 billones de dólares) en ingresos reales en el mismo periodo frente a 1,2 billones para Colombia (1,6 billones de dólares), 541 000 millones (757 000 millones) para Ecuador y 436 000 millones (610 millones) para Perú.
Interrogado por la AFP, el portavoz europeo de Comercio, Lutz Guellner, destacó que el informe “está financiado por la Comisión, pero realizado por consultores independientes, por lo que no refleja la opinión” de Bruselas.
La investigación pone de relieve por otro lado los efectos potenciales sobre la pobreza en las zonas rurales.
Con el TLC y una mayor expansión de la industria de hidrocarburos y minas “podrían exacerbarse” los conflictos internos que ya se dan en algunas zonas entre los gobiernos partidarios de impulsar las inversiones extranjeras y la población local.
Prueba de ello son los “dramáticos eventos” acontecidos recientemente en Perú, donde los indígenas amazónicos protestan contra decretos gubernamentales que impulsan las inversiones en la Amazonia, que estiman ponen en peligro sus tierras, lamentaron las ONGs Amigos de la Tierra, ALOP, Grupo SUR y la Red UE-CAN en un comunicado transmitido a la AFP .
El viernes, una decena de diputados comunistas del Parlamento Europeo condenó “la violencia ejercida” en las últimas semanas “por agentes del gobierno peruano contra” los indígenas y pidió la cancelación de la cita en Bogotá.
En los choques entre policías e indígenas, murieron oficialmente 34 personas, 25 de ellas uniformados.
Este conflicto social “es consecuencia del nuevo TLC firmado entre Perú y Estados Unidos”, que ha permitido “a las multinacionales un acceso total, incluido a los territorios tradicionales indígenas”, afirmaron los eurodiputados, desaconsejando la firma del pacto con la UE.
El esperado crecimiento de la agricultura y del sector de los productos procesados “ejercerá una presión adicional” sobre el medio ambiente, según el mismo informe, que recuerda que la deforestación y la contaminación del agua constituyen ya “un grave problema” en los países andinos.
El colectivo, que el lunes presentará públicamente en Bruselas el informe interno financiado por la Comisión Europea y otros estudios de ONGs, el mismo día en que se abrirá la ronda de negociaciones en Bogotá, tachó de “acto de irresponsabilidad política” persistir con las tratativas comerciales.
Pero según Guellner, esas críticas “van demasiado lejos y son infundadas”. “Muchos” de los riesgos denunciados “no tienen nada que ver con el TLC”, defendió el portavoz europeo.
Las negociaciones para el TLC se llevan a cabo después de que en 2008 fracasara la idea de dar a luz a un Acuerdo de Asociación con el conjunto de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que incluye además a Bolivia.
La Paz se marchó por diferencias en cuestiones que consideraba clave como la protección de la biodiversidad y de la propiedad intelectual.