Oficialismo y oposición se disputan Galápagos en la lid electoral

Simpatizantes de Alianza País recibieron el jueves al presidente Correa.

Simpatizantes de Alianza País recibieron el jueves al presidente Correa.

Simpatizantes de Alianza País recibieron el jueves al presidente Correa. Foto: Mario Alexis González/EL COMERCIO

Son las 13:00 en Galápagos. El archipiélago se prepara para recibir al presidente Rafael Correa y por la calle Tomás de Berlanga, cerca al malecón de Puerto Ayora, una camioneta blanca, adornada con banderas verde flex, reproduce por un alto parlante canciones de Alianza País (AP).

Horas más tarde, en el aeropuerto Seymour y en los muelles de Santa Cruz y Baltra, decenas de simpatizantes del oficialismo lo reciben.

Correa baja del vehículo y les da un mensaje político. “Se vienen elecciones. Cuidado se dejan sorprender por los mismos de siempre”.

El analista político Luis Verdesoto cree que el Movimiento está tomando recaudos antes de las elecciones del 2017. “Los asambleístas de Galápagos son importantes políticamente y no se requieren mayor esfuerzo e inversión para ganar esas elecciones”, dice.

Añade que al ser una provincia pequeña y algo lejana al diario vivir del país, las tiendas políticas suelen aparecer antes y durante a las elecciones para asegurar el voto de los habitantes, sin hacer mayor inversión en la campaña.

En la última elección legislativa, el oficialismo se llevó las dos curules elegibles en el archipiélago: Ángel Vilema, con el auspicio de AP, y Fanny Uribe, con Avanza, en ese entonces un aliado oficialista.

Vilema fue expulsado de AP en el 2015. El isleño expuso públicamente su inconformidad con el veto del Ejecutivo a la Ley de Galápagos. Esa actuación fue analizada por la Comisión de Ética del movimiento, que tomó la decisión de separarlo, pese a que él presentó su renuncia antes.

Óscar Bonilla, secretario de acción política de AP, no considera que la desafiliación del legislador haya sido un golpe político para la tienda en la Región Insular. Asegura que la gente considera que él defendía intereses personales.

El experto Sebastián Mantilla Baca discrepa con ese punto de vista. Él menciona que esa baja fue “importante”, porque Vilema era una apuesta joven de la organización.

Por esto -dice- ahora AP busca reposicionarse a través de eventos oficiales en la provincia, como el estreno del documental de Nata Geo y la entrega de las cartas náuticas para cerrar los límites marítimos del país con Colombia y Costa Rica, el jueves y viernes, en Santa Cruz.

Pero a estos actos llegó también la oposición. Galápagos Unidos y SOS Galápagos, dos grupos que se formaron a partir de las protestas, en el 2015, marcharon el jueves en la noche e, incluso, llegaron a enfrentarse con los oficialistas.

Felipe Larrea participó. El oriundo de Puerto Ayora afirma que el gobierno de Correa tenía todo el apoyo de las Islas antes de la expedición de esa ley, que tuvo como el punto más polémico la forma de fijar el sueldo de empleados públicos y privados , según el Índice de Precios al Consumidor.

Para Verdesoto, los enfrentamientos en Galápagos evidencian que “el ambiente de confrontación que ha marcado el Gobierno ha llegado también a ese territorio”. Y es una muestra de lo que será la campaña electoral en el país.

Bonilla, por su parte, asegura que el oficialismo está más fortalecido que nunca en la provincia y confía en que en el 2017 se llevarán las dos curules disponibles en Galápagos.

Además, el dirigente dijo que la dirección provincial ha iniciado consultas democráticas entre partidarios e integrantes de Comités de la Revolución Ciudadana (CRC) para definir candidatos. Prefirió no adelantar nombres.

En los comicios seccionales del 2014, en Galápagos hubo 18 485 electores. El oficialismo ganó una de las tres alcaldías. Las otras fueron para Avanza y un partido local. Esas elecciones fueron reñidas: por ejemplo, en Isabela. Pablo Gordillo Gil (Avanza) se impuso al candidato de AP por tan solo seis votos.

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