AFP
Las elecciones y el voto del Congreso en contra del retorno al poder del derrocado Manuel Zelaya no sirvieron para sanar la crisis en Honduras y su resolución dependerá del nuevo gobierno. Así lo afirmó ayer desde Washington el secretario general de la OEA, José l Insulza.
Porfirio Lobo, ganador de la elección del pasado domingo, “que asumirá el 27 de enero está en la mejor posición para iniciar esa restauración” de la democracia, dijo Insulza, al iniciarse una reunión extraordinaria sobre Honduras del Consejo Permanente de la OEA. Esta no puede “entregar un veredicto definitivo sobre esta elección, que no observamos y que se produjo en circunstancias muy especiales”.
La votación del Congreso en contra del retorno de Zelaya “fue una repetición del libreto del 28 de junio”, cuando se dio el golpe de Estado, comentó Insulza. Mientras tanto, el Correo hondureño emitió estampillas con la imagen del gobernante de facto Roberto Micheletti, y con un texto en el cual se lee que este es el presidente constitucional y que su mandato terminará el 27 de enero de 2010. Tegucigalpa, Washington.