Los pagos a la campaña de Humala se hicieron en 2010 a través del “departamento de sobornos” que mantenía Odebrecht. Foto Archivo: EFE
El encarcelado jefe de la constructora brasileña Odebrecht, Marcelo Odebrecht, aseguró que la empresa acusada de corrupción entregó USD 3 millones a la campaña electoral del ex presidente peruano Ollanta Humala, según publicó hoy, miércoles 12 de abril, el diario Estado de Sao Paulo.
Marcelo Odebrecht, condenado en 2016 a 19 años de cárcel por corrupción, hizo las declaraciones como parte de su cooperación con la Justicia brasileña para conseguir beneficios judiciales, en las llamadas “delaciones premiadas”.
Según los detalles de las denuncias reveladas desde el martes por “Estado”, los pagos a la campaña de Humala fluyeron por intermediación de Antonio Palocci, ministro de Hacienda durante el primer Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2006 y 2007-2010).
Los pagos a la campaña de Humala se hicieron en 2010 a través del “departamento de sobornos” que mantenía Odebrecht. Humala, presidente entre 2011 y 2016 y líder del centroizquierdista Partido Nacionalista Peruano, contó en su campaña con el apoyo de un asesor del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
El expresidente peruano es acusado desde hace tiempo de haberse beneficiado con el financiamiento ilegal de fondos de Odebrecht. Perú es uno de los países más sacudidos por las revelaciones de corrupción de la constructora brasileña, que admitió en diciembre haber pagado sobornos por más de USD 785 millones desde 2001 en una decena de países de América Latina.
Otro expresidente peruano, Alejandro Toledo (2001-2006), está prófugo desde febrero de la Justicia de su país. Toledo es acusado de recibir USD 20 millones de Odebrecht para beneficiar a la empresa con la concesión para la construcción de partes de una carretera entre Brasil y Perú.
También hay sospechas que vinculan al expresidente Alan García con las actividades de Odebrecht en Perú durante su segundo mandato (2006-2011). Las denuncias sobre Odebrecht volvieron a sacudir desde el martes a Brasil, cuya clase política está envuelta desde hace años en escándalos de corrupción.
La Corte Suprema brasileña comunicó el martes que autorizó investigaciones contra 108 políticos, más de 70 de ellos aforados, por las denuncias de los 78 ejecutivos de Odebrecht que cooperan con la Justicia.
Entre los políticos de prácticamente todos los partidos políticos que deben ser investigados están ocho actuales ministros del Gobierno de Michel Temer, así como los cinco expresidentes vivos, entre ellos Lula da Silva y Dilma Rousseff, del PT.
Las denuncias de Odebrecht están vinculadas con la megacausa anticorrupción Lava Jato (Lavado de autos), que investiga en Brasil una trama fraudulenta en torno a la petrolera estatal Petrobras.