Hoy, viernes 27 de marzo del 2015, los familiares y amigos de Luis Muñoz, un obrero del Ministerio de Transportes y Obras Públicas, participaron en su sepelio.
Él falleció el pasado miércoles 25 de marzo, mientras participaba en las tareas de limpieza de la vía Guaranda – Babahoyo, en la andina provincia de Bolívar.
La vía permanecía obstaculizada por al menos 30 derrumbes. Las constantes lluvias en las partes altas del páramo ocasionaron que los taludes se aflojaran y que una gran cantidad de tierra sobre a la calzada impidiera la comunicación entre varios cantones de la provincia.
Muñoz, de 45 años, se encontraba operando una retroexcavadora para despejar los derrumbes en las vías, cuando un deslizamiento lo arrastró. El hombre cayó por un abismo de cerca de 200 metros hasta el río Chinguil Dulcepamba, a la altura de la comunidad Balzapamba.
Personal de la Cruz Roja de Bolívar y sus compañeros del MTOP, trabajaron en las labores de rescate del cuerpo. Muñoz deja a cinco hijos en la orfandad.
Pero él no es la única víctima mortal del invierno en Bolívar. En la parroquia San José de Tambo, a 30 minutos del sitio del accidente, otras tres personas fallecieron a causa de la crecida del mismo río.
Carmen Dorilia Quinatoa Guerrero, de 26 años, su hijo Elquis Albuja, de ocho años y Glenda Elizabeth Cuji Pala de 22, cayeron al agua cuando intentaban evacuar de su comunidad San Pablo de Amalí.
El Chinguil Dulcepamba también arrasó con una iglesia parroquial, seis viviendas y destruyó parcialmente otras seis.