En el río San Pedro se levantan las torres para las tuberías elevadas. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
El aumento de la actividad del volcán Cotopaxi marcó un nuevo panorama en materia de gestión de riesgos en el valle de Los Chillos, que se reparte administrativamente entre Quito y Rumiñahui.
Las capacitaciones, los simulacros, los mapas con las zonas afectadas y las rutas de evacuación fueron parte del trabajo que se ha observado en estos siete meses de actividad del coloso de los Andes. Sin embargo, hay temas pendientes: la construcción de obras de mitigación.
En septiembre del año anterior, en Quito arrancó la construcción de tres pasos elevados en los ríos Pita, Santa Clara y San Pedro. En estos afluentes, que reciben agua del Cotopaxi, se edifican unas torres por las cuales pasarán las conexiones de agua de los sistemas de abastecimiento.
Las tuberías de los dos primeros ríos llevan el agua hacia el sistema Mica – Quito Sur, que abastece a la planta de El Troje y luego a barrios del sur de la urbe. Y el San Pedro va hacia el Papallacta y abastece a las plantas de Paluguillo y Bellavista y a barrios del norte y nororiente.
El presupuesto destinado es de USD 6,3 millones y se registra un avance de 63 por ciento.
Juan Zapata, secretario de Seguridad de Quito, explicó que además el trabajo de prevención y mitigación se mantiene en menor intensidad. En las últimas semanas, por ejemplo, se hizo la revisión de varios albergues para determinar el estado de insumos como carpas para refugiar a los evacuados. Hay
40 000. “Debemos hacer una evaluación de los suministros de forma oportuna para saber si hay que cambiarlos o no”, dijo Zapata.
Rumiñahui es otra de las localidades que serían afectadas en caso de una eventualidad. En noviembre, Héctor Jácome, alcalde de Rumiñahui, anunció la construcción de un muro de deflexión en el sector de La Caldera, en la parroquia de Rumipamba. Han pasado cuatro meses y se mantienen los estudios para conocer la factibilidad de esta obra.
Según información del Municipio de Rumiñahui se expresó que “se tiene la voluntad y decisión de aunar esfuerzos para ejecutar proyectos de ingeniería para minimizar los efectos de una probable erupción. Dependemos de las diferentes instancias de decisión gubernamental y de los organismos de seguridad”, se expresó en el documento.
Otra de las propuestas que se realizó es la construcción de obras de ingeniería civil que detengan el paso del material rocoso. Tampoco se detallan los avances de estos anuncios.
Expertos como Pedro Cevallos, presidente del Colegio de Ingenieros de Rumiñahui, señaló que es necesario realizar obras de mitigación a bajo presupuesto. Los muros de tierra natural y las presas para la contención del agua son parte de las propuestas de esta entidad. Se presentó ante las autoridades de la Municipalidad y Gobierno central. “No se ha dado el verdadero seguimiento a estas obras que podrían disminuir el impacto de los lahares y reactivar la economía del valle”, sostuvo.
El miércoles pasado, en Rumiñahui se hizo la integración de las 10 sirenas del sistema de alerta temprana (SAT) a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR). El objetivo fue unificar los mensajes y los sonidos que escucharía la ciudadanía en caso de una eventualidad del volcán.
Más acciones preventivas
Ayer estaba previsto un simulacro general de implementación de áreas de refugio temporal y albergues ante emergencias. Se lo hizo en el refugio ubicado en el parque de La Carolina, en el norte.
Otras actividades que se darán son seminarios encaminados a profundizar más sobre el tema volcánico. El 15 de marzo, en el Salón de la Ciudad de Sangolquí (plaza municipal) se realizará el Foro Internacional sobre Volcanismo en el Ecuador, caso de estudio volcán Cotopaxi. Será de 09:00 a 17:00. El foro es abierto para la ciudadanía.