Los trabajos de estabilización del talud se realizarán hasta el 16 de este mes. El cierre de la vía E35, en el sector de Agllas, alteró la cotidianidad de los moradores de las parroquias Checa, Yaruquí y El Quinche. Pero también lo hizo con quienes se movilizaron desde y hacia Cayambe. A diario transitan 16 000 vehículos.
Ayer, 4 de agosto, varios pasajeros tuvieron que, con sorpresa, descender de los buses para llegar al otro lado del tramo afectado, para tomar otro bus con dirección a Quito. Tuvieron que caminar entre 10 y 12 minutos.
Entre ellos se encontraba Jeny Raura, de 27 años, quien venía de Ibarra y se dirigía a Quito junto con su hijo pequeño para realizar trámites y visitar a algunos parientes.
A Segundo Cepeda, también le tomó de sorpresa pues él venía de Cayambe y no había escuchado nada sobre el derrumbe ocurrido el pasado jueves en este sector. Con un costal al hombro, él tomó fuerzas para caminar por la ruta alterna, trazada detrás del talud.
El viernes pasado, las personas con discapacidad, con niños en brazos o de la tercera edad podían circular, con cuidado, por el sitio mismo del deslizamiento, para evitar el tramo más largo. Sin embargo, ayer, se restringió todo acceso por lo que debieron ir por el tramo largo.
Personas con muletas, gente de la tercera edad y mujeres con niños en brazos caminaban despacio. Por momentos, requerían de un respiro, antes de continuar el camino.
Concepción García, de 24 años, habitante de Yaruquí, llevó en brazos a su hijo pequeño, dándose modos para que el polvo no ingrese a sus pulmones ni a sus ojos, menos todavía a los de su hijo. Ella pide que se agiliten los trabajos para que no se altere tanto su cotidianidad.
Mientras que Sandra Jima, de 24 años, que a diario usa esta vía para ir a su trabajo, contó que se ha retrasado a su empleo en varias ocasiones por esta situación. Ascázubi, Cusubamba, Puembo, Tababela y Pifo, también se sienten afectadas.
Sin embargo, los cálculos iniciales han cambiado, pues los trabajos tienen un nuevo plazo máximo que es hasta mediados de este mes; es decir, cinco días más del plazo inicial.
La cantidad de tierra que debe removerse en la principal causa de esta ampliación. Inicialmente se movieron 6 200 metros cúbicos, para limpiar la calzada de dos carriles. Pero para la estabilización del talud, con la construcción de terrazas, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas habla de mover 50 000 metros cúbicos.
El objetivo es rellenar, estabilizar y devolver las condiciones de transitabilidad de la vía.
Desde el sábado por la noche se inició esta tarea, utilizando maquinaria pesada. Son 30 personas que trabajan en dos turnos: de 06:00 a 18:00 y desde las 18:00 hasta las 04:00.
La mañana de ayer, se observó maquinaria pesada en la parte alta y baja del talud, para construir las terrazas. La retroexcavadora junto a la pala mecánica movilizaban material desde la parte alta del talud. Mientras que dos volquetas estaban en la parte baja para trasladar la tierra hacia una quebrada aledaña.
La inestabilidad de este talud no es nueva. Técnicos y habitantes saben del problema. En un estudio que se realizó sobre soluciones a este problema se plantea una variante. Sin embargo, está por decidirse. En esta vía se ampliará a cuatro los carriles (dos por sentido).
No olvide
Para evitar inconvenientes, salga a tiempo de su casa. En promedio se puede demorar 30 minutos más en el viaje.
La ruta alterna peatonal es de tierra, por lo que es conveniente usar zapatos cerrados y ropa cómoda.
Las vías alternas tanto para vehículos livianos como pesados son: Cusubamba-Guayllabamba o por Tababela-Collas.