Washington, AFP
El presidente Barack Obama recibe el próximo lunes y martes a 46 líderes para una cumbre que quiere cerrar el paso de una vez por todas a la posibilidad de que material nuclear caiga en manos de terroristas.
La primera cumbre de seguridad nuclear se celebrará en el centro de Washington bajo fuertes medidas de seguridad, y con Irán como uno de los platos fuertes de la discusión. La cumbre estará protagonizada por las cinco potencias con un arsenal nuclear reconocido (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido) y una cuarentena de países con material nuclear o con capacidad de fabricarlo, para intentar acordar una agenda de protección mutua.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no estará presente. Israel es uno de los países con armamento nuclear, aunque no reconocido oficialmente, y que no firmó el Tratado de No Proliferación, vigente desde 1970.
Tras la firma de un nuevo tratado de reducción de armamento nuclear con Rusia (START), Obama quiere que todos los países con capacidad nuclear se comprometan a tener bajo total control todas sus reservas de material en cuatro años.
“Sabemos que existen materiales nucleares en el mundo que no están en lugares seguros”, advirtió Obama al presentar la cita en julio del año pasado.
Estados Unidos espera de la cumbre “un consenso internacional muy claro para prevenir el terrorismo nuclear y para asegurarse de que las medidas de seguridad física en todo el mundo son muy fuertes”, explicó James Miller, alto funcionario del Pentágono en rueda de prensa esta semana.
Estados Unidos es el país con mayor capacidad para desmantelar tanto armamento como combustible nuclear. Incluso Rusia utiliza la capacidad de su antiguo enemigo de la Guerra Fría para reciclar su uranio altamente enriquecido, que abre la puerta a la fabricación de armas nucleares. Numerosos países firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear, como Chile, utilizan también las instalaciones estadounidenses para reciclar su uranio enriquecido, pero otras naciones simplemente almacenan en condiciones irregulares grandes cantidades de un material que, en todo caso, puede causar enormes desastres ecológicos. Obama quiere que se negocie un Tratado internacional para el fin de la producción de material nuclear fisible. El líder estadounidense propuso también hace un año en Praga la creación de un banco internacional de combustible nuclear. Pero la ausencia de Netanyahu puede poner en aprietos la agenda estadounidense, sobre todo ante los países musulmanes.Obama delineó una nueva visión de seguridad nuclear poco después de llegar al poder: abandonar parcialmente el concepto de grandes arsenales para promover la no proliferación y el control de materiales. Estados Unidos es el país que más interés pone en esta cumbre y previsiblemente será el que más tenga que aportar, según expertos. “Para decirlo de forma simple, la amenaza del terrorismo nuclear no está distribuida equitativamente”, considera Andrew Riedy, del Centro para el Control de Armas y la No Proliferación.
“Países como Estados Unidos deberán cargar con el mayor peso a la hora de implementar las recomendaciones de la cumbre”, añade este experto en un reciente artículo.
A la cumbre de Washington tienen previsto acudir entre otros el líder ruso, Dimitri Medvedev, el chino Hu Jintao, el primer ministro indio Manmohan Singh y el primer ministro paquistaní Yusuf Raza Gilani.
De América Latina acudirán los presidentes de Argentina, Brasil, Chile y México y España como actual presidente de la Unión Europea (UE).