El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle presidieron ayer la ceremonia en honor de las 13 víctimas mortales del tiroteo del pasado jueves 5 en la base militar estadounidense de Fort Hood, en Texas.
Asistieron 15 000 personas. “Es un tiempo de guerra”, dijo el Presidente. Debido a esta ceremonia, Obama postergó un día el inicio de su gira por Asia. “Pero estos estadounidenses no murieron en un campo de guerra extranjero. Murieron aquí, en suelo americano. Y esto es un hecho que hace aún más dolorosa esta tragedia y más incomprensible”, agregó el Mandatario, que al igual que su esposa vistió de negro. Es difícil, entender la ‘lógica enrevesada’ que condujo a esta masacre”, dijo Obama en la ceremonia fúnebre de una tragedia nacional.
El mayor Nidal Malik Hasan, el autor de las muertes en la base militar en Texas, será enjuiciado por un tribunal militar por su responsabilidad en el tiroteo de Fort Hood. El FBI informó que no hay indicios de que Hasan tuvo cómplices. Además, existen pruebas de que Hasan se reunió con un clérigo musulmán radical. Texas DPA