Redacción Política
El discurso que emitió Óscar Arias en la reciente cumbre del Grupo del Río, en México, ha traído cola. En la Internet, más de 2 000 páginas recogieron el análisis del ganador del Premio Nobel de la Paz en 1987 y actual Presidente de Costa Rica.
Arias, quien es considerado como uno de los políticos más importantes del continente, aseguró que la democracia en varios países va hacia atrás.
En ese sentido cuestionó la presencia de “gobiernos tentaculares”. Ese calificativo lo dio a los regímenes que “se valen de resultados electorales para justificar su deseo de restringir libertades individuales y perseguir a sus adversarios”.
En ese sentido, sostuvo que un demócrata, si no tiene oposición, debe crearla. “Demuestra su éxito en los frutos de su trabajo, y no en el producto de sus represalias. Demuestra su poder abriendo hospitales, caminos y universidades, y no cerrando medios de comunicación. Un verdadero demócrata demuestra su energía combatiendo la pobreza, la ignorancia y la inseguridad ciudadana, y no imperios extranjeros, conspiraciones secretas e invasiones imaginarias”.
Arias explicó que la región pudiera aumentar su lista de generaciones perdidas y desperdiciar su oportunidad en la tierra. “Esta región cansada de promesas huecas y palabras vacías, necesita una legión de estadistas cada vez más tolerantes, y no una legión de populistas cada vez más autoritarios”.
“Es muy fácil defender los derechos de quienes piensan igual que nosotros. Defender los derechos de quienes piensan distinto, ese es el reto del verdadero demócrata. Ojalá nuestros pueblos tengan la sabiduría para elegir gobernantes a quienes no les quede grande la camisa democrática”, sostuvo en su discurso, que fue el último que se dio en la cumbre de los países sudamericanos y del Caribe.