Hasta la Nunciatura Apostólica llegan fieles nacionales e internacionales

A la avenida Orellana llegan decenas de creyentes para saludar al papa Francisco. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO.

A la avenida Orellana llegan decenas de creyentes para saludar al papa Francisco. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO.

Eran las 10:00 del 5 de julio, cuando Beatriz Vinueza y un grupo de 50 personas se instalaron en la av. 6 de Diciembre a esperar el arribo del Papa a la Nunciatura Apostólica, previsto para las 18:00. Hasta ese momento el acceso peatonal estaba restringido, pero Monseñor Danilo Echeverría, obispo auxiliar de Quito, facilitó el ingreso de los fieles a los exteriores de donde se alojará el Sumo Pontífice hasta el 8 de julio.

Desde ese momento, a la avenida Orellana llegan decenas de creyentes con un único objetivo: saludar al papa Francisco. Niños, hombres, mujeres, ancianos, personas con discapacidad cantan, rezan mientras pasan las horas.

Ese es el caso de Carlos Díaz, quien llegó este sábado 4 de julio desde Ibarra exclusicamente para saludar a Su Santidad. Por su parte, Tania Burgos aprovechó la gratuidad de la Ecovía para movilizarse desde la Pio XII, en el sur de la ciudad, para llegar hasta la Nunciatura y esperar cuanto sea necesario para recibir la bendición del máximo líder de la Iglesia Católica.

Los fieles apostados en las afueras de la Nunciatura Apostólica llegan, incluso, desde el extranjero. La española Silvia Micó viajó desde Costa Rica junto a un grupo de jóvenes para disfrutar de la visita del Santo Padre en Ecuador. Ella, junto a la delegación católica que acompaña, asistirá a la misa campal que ofrecerá el Papa en el Parque Bicentenario.

María Dolores Chacón vino a Quito desde Miami, EE.UU. Hizo que su período de vacaciones coincida con la visita papal para aprovechar la oportunidad de ver a Francisco. En Quito la acompaña su hermana, Elita Chacón, quien viajó desde Guayaquil para permanecer en la capital durante la estancia del Sumo Pontífice.

Ao las 14:10, un grupo de 150 voluntarios religiosos, atravesó la avenida 6 de Diciembre en dirección a la Nunciatura. Mientras incrementa la llegada de fieles, las ventas ambulantes se desarrollan en los alrededores.

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